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RELEVO EN MOSCÚ, DIÁLOGO EN GINEBRA

La rápida elección de Gorbachov para suceder a Chernenko, signo de renovación en la política de la Union Soviética

Pilar Bonet

Una nueva generación se instaló ayer en el Kremlin con la elección de Mijail Gorbachov, de 54 años, como sucesor del fallecido Konstantín Chernenko (73 años), coetáneo del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan. Ambos dirigentes no llegaron jamás a conocerse, a pesar de la apertura que ha caracterizado los últimos meses en las relaciones entre las dos superpotencias. Gorbachov es el primer líder máximo de la URSS que no vivió la Revolución de Octubre ni la era estalinista. Cuando estalló la II Guerra Mundial, el nuevo secretario general del partido comunista de la URSS tenía tan sólo ocho años. La juventud de Gorbachov, el benjamín del Politburó, se une a la celeridad con que se ha procedido a su nombramiento, a propuesta del veterano diplomático Andrei Gromiko, a escasas horas de anunciarse el fallecimiento de su antecesor. Ambos aspectos parecen indicar el propósito de la dirección soviética de abrir una nueva era en su actuar político, tanto de puertas adentro como hacia sus aliados y sus rivales.

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La Unión Soviética anunció ayer, con una celeridad sin precedentes en toda su historia, el fallecimiento, ocurrido el día anterior, de su máximo dirigente, Konstantín Chernenko, de 73 años, y el nombramiento de su sucesor, Mijail Gorbachov, de 54, elegido unánimemente en una sesión extraordinaria del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).Los funerales, a los que asistirá el jefe del Gobierno español, Felipe González, se celebrarán mañana. Tan sólo cuatro horas y 15 minutos mediaron entre el anuncio televisivo de la defunción de Chernenko, efectuado a las dos de la tarde, y el de la elección de Gorbachov, confirmándose así las pistas abrumadoras que perfilaban al benjamín del Politburó como el relevo de Chernenko.

Tamaña rapidez, en vísperas de las negociaciones sobre armas nucleares que comienzan hoy en Ginebra, tiene, en opinión de observadores políticos en Moscú, el fin de demostrar que el Kremlin no acude descabezado a su cita con Estados Unidos, su máximo rival en el campo internacional, para tratar de un tema que Moscú considera absolutamente prioritario. No se trata sólo de confirmar que no se ha producido un vacío de poder, señalan las mismas fuentes, sino también de que el nuevo dirigente, representante de una generación que se formó tras la II Guerra Mundial, es más dinámico, más enérgico y polifacético que el anterior, tal como demuestra el discurso que pronunció ayer en la sesión del Comité Central que procedió a elegirle.

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Contra nuevas armas

El cadáver de Konstantín Chernenko, en el túmulo erigido en la Sala de las Columnas de la casa de los Sindicatos de Moscú
El cadáver de Konstantín Chernenko, en el túmulo erigido en la Sala de las Columnas de la casa de los Sindicatos de MoscúTASS

Konstantín Chernenko falleció en la tarde del domingo y el anuncio de su muerte se produjo 19 horas después

El tono de Gorbachov en su discurso se caracteriza por su energía y su decisión y está, en opinión de observadores políticos soviéticos, muy alejado del tono de compromiso y conciliación adoptado por Chernenko en ocasión semejante, en febrero de 1984, al suceder a Andropov.Gorbachov se pronunció por el fortalecimiento del partido y el incremento de su función organizadora y directiva sobre una elaboración colectiva de la política. El partido, debe ser la fuerza capaz de "velar por los intereses de todas las clases y grupos sociales, por todas las naciones y pueblos del país", señaló. Los dirigentes y cuadros del Partido Comunista de la Unión Soviética deben ser los primeros en dar ejemplo en el cumplimiento de los deberes públicos y ciudadanos, señaló Gorbachov, quien en el campo de la política internacional tuvo también palabras para el Tercer Mundo.

Como si la vida política soviética no se hubiera alterado en absoluto por la defunción de Chernenko, el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, se entrevistó ayer con su homólogo francés, Roland Dumas, quien proseguía la visita oficial iniciada la víspera.

Tres días de luto nacional -ayer, hoy y mañana- han sido decretados con ocasión del fallecimiento de Chernenko, a quien los comunicados funerarios emitidos por las máximas instituciones políticas de la Unión Soviética (Comité Central, Presidium del Soviet Supremo y Consejo de Ministros) dedicaban calurosos elogios, calificándole como un dirigente del tipo leninista que hasta el final dio su vida a la causa del partido y los intereses del pueblo soviético y luchó por poner en práctica la política de una organización en cuyas filas pasó más de cincuenta años. La Prensa soviética del pasado domingo, día 10, insertaba aún en sus páginas sendas disposiciones del Presidium del Soviet Supremo en las que se condecoraba a un aeroclub y a un funcionario, y ambos textos llevaban todavía la firma de Chernenko y la fecha del 7 de marzo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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