Un punto y aparte

A las cinco de la tarde del día 7 del corriente, en calidad de secretario técnico de la junta rectora de ERNE (Asociación Nacional de la Policía Autónoma Vasca) y por delegación del portavoz ausente, hice llegar a los medios de difusión, telefónicamente, la nota de prensa consensuada por la junta sobre el fallecimiento del superintendente de la Ertzaintza, víctima de un atentado pocas horas antes.Dicté la nota a la redacción de EL PAÍS como a otros 12 periódicos y emisoras de radio. A cada despedida, hube de esquivar las preguntas sobre otros temas de la Ertzaintza, acerca de los cuales nuestra junta no ha adoptado resolución.

Por ello, me he visto desagradablemente sorprendido al leer EL PAÍS del 8 de marzo. El señor Yárnoz es el autor del artículo aparecido en la página 12, en el que después del ligero error de equivocar mi cargo en la junta y de no publicar la nota de repulsa y condolencia para la que se llamó a la redacción de EL PAÍS, añade en el mismo párrafo -que encabeza con mi nombre personal, y después de mis dos respuestas vacías de contenido a su respetable curiosidad- unas consideraciones de su cosecha sobre la sección Ekintza de la Ertzaintza y un mote que les atribuye.

Entre superiores y compañeros se me ha atribuido la responsabilidad de esos términos, por lo que me veo en la desagradable obligación de tener que rectificar al periodista, puesto que, efectivamente, la lectura del párrafo permite suponer que su opinión ha sido manifestada por el secretario técnico de la junta.

Como lector de EL PAÍS, lamento mucho que también este diario deslice seudoinformaciones irritantes para el supuesto autor y equívocas para el lector confiado. Se hubiera evitado con un punto y aparte. / , secretario técnico de la Junta de ERNE, .