El futuro de Europa

Visto desde Europa, Estados Unidos parece un poco loco, o mejor, enloquecido por su superioridad económica y tecnológica. Europa se aprovechó de esta superioridad Pasa a la página 10 Viene de la página 9 en las décadas que siguieron a la II Guerra Mundial para contener el avance comunista.Hoy ya es distinto. Cierto que la inercia mental de que nos habla Xavier Rubert de Ventós (debería escribir un libro sobre ello), mantiene todavía a muchos en ese esquema a fase histórica. Pero lo cierto es que Europa no ha estado nunca menos amenazada por revoluciones que lo está ahora. Ideológicamente, el mundo se ha quedado ya así: los países socialistas seguirán socialistas, y los capitalistas, capitalistas. Igual que en su día se quedaron católicos los países que no se hicieron protestantes y protestantes los que se habían pasado a la reforma. Hubo muchas guerras por ello, pero ninguna más después del tratado de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años en 1648. Por lo de la inercia mental, todo el mundo creía, y así lo parecía al empezar aquella guerra, que era otra más de religión, pero durante su desarrollo afloró una nueva realidad histórica subyacente.

No hay que ser profeta para percibir que Europa terminará por desengancharse de Estados Unidos en su loca carrera nuclear, que entra ahora en la nueva fase de la guerra de las galaxias. Y todavía aventuro más: Europa se opondrá a Estados Unidos cuando prevalezca un auténtico sentido defensivo más en fase con la verdadera realidad histórica actual. Esta defensa contra la locura americana ha empezado ya con la incipiente solidaridad europea frente al dólar, lo que Helmut Schmidt llama "alegre menosprecio de la economía mundial por parte de Estados Unidos". Quizá siga una defensa de las materias primas del mundo, cada vez más acaparadas por la economía norteamericana.

Sólo hemos de esperar a que Europa asuma objetivamente la nueva realidad histórica. Yo no soy comunista, pero creo que en muchos aspectos los intereses de Europa están hoy más en consonancia con los de la URSS que con los de la locomotora (o mejor loca-motora) americana. Por mucho que se escandalicen algunos.- Miguel Lerma.