El ejército respetara la voluntad popular, asegura el ministro de la Guerra peruano

"Las ideas no se imponen, se exponen". Este lema figura, en letras doradas, en la fachada del Centro de Altos Estudios Militares, en el barrio limeño de Chorrillos, donde se formó políticamente la oficialidad de la que surgió en 1968 el movimiento revolucionario del general Juan Velasco Alvarado. Las fuerzas armadas peruanas de hoy, según el ministro de la Guerra, general Julián Julia, garantizan su fidelidad a esa máxima y su respeto a la voluntad popular expresada en las elecciones democráticas, cuya primera vuelta se celebrará el próximo 14 de abril.

"Este proceso electoral es una gran experiencia para todos los peruanos, con o sin uniforme. Nosotros hemos atravesado por una serie de crisis y ahora todos estamos esperando que se lleve a cabo el cumplimiento total de la Constitución que tenemos, incluyendo la alternancia en el poder. Las fuerzas armadas, dentro de la misión que le asigna la Constitución, tienen que velar por el normal desarrollo de este proceso electoral y el cabal cumplimiento de la Constitución", afirma el general Julia.El Ejército desarrolló entre 1968 y 1980 un original proyecto revolucionario, durante el cual se intentaron cambios profundos de la sociedad peruana y se realizó una drástica reforma agraria que si no solucionó los problemas económicos del país sí puso las bases para superar un desequilibrio de siglos en las zonas rurales. El error de Velasco Alvarado, según ha comentado el más veterano político peruano, el dirigente aprista Luis Alberto Sánchez, fue "que quiso hacerlo todo inmediatamente y sin dinero".

El general Julia, a quien se considera representante de la tendencia mayoritaria en el Ejército. peruano, asegura que "en las fuerzas armadas actuales queda muy poco de ese movimiento. En ese período se trató de no comprometer a toda la institución. No fueron las fuerzas armadas las que gobernaron, sino una cúpula de oficiales que se sacrificaron a un coste social muy alto".

Lejos de una orientación de cariz socialista, los pronósticos de los observadores peruanos apuntan hacia el riesgo de un golpe derechista. Esa posibilidad es descartada actualmente por todos los partidos políticos, pero no por otros sectores independientes de la opinión pública, que no pueden olvidar la rivalidad histórica entre las fuerzas armadas y el partido con mayores posibilidades de llegar al poder el próximo mes de julio, la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA).

"Considero que esos momen tos ya han pasado", dice el general Julia. "Las generaciones anteriores se han sentido impactadas psíquicamente por hechos que cavaron cierto distanciamiento entre las fuerzas armadas y este partido llamado el Partido Aprista, pero desde hace bastante tiempo esto ya se ha zanjado. Las generaciones evolucionan y hoy ya todos mi ramos en la misma dirección".

Coalición marxista-leninista

El general Julia descarta igualmente una intervención militar en caso de que se produzca una victoria de Izquierda Unida (coalición integrada por partidos mayoritariamente marxistas-leninistas): "En absoluto Más bien sería una gran experiencia para ver cómo sería el rumbo del país bajo un nuevo timón. Todos tenemos expectativas. La Izquierda Unida es una agrupación de partidos que, si bien tienen diferentes tendencias, mantiene uniformidad de criterios. Es posible que si sale Izquierda Unida tome el rumbo dentro de la Constitución, y nosotros seguiremos igual que con otro partido político. Eso se lo aseguro".El ministro de la Guerra está convencido de que en las fuerzas armadas peruanas no se van a producir disensiones internas que provoquen el levantamiento de un grupo de oficiales, saltándose sus mandos. "Desde tiempo atrás, los diferentes comandos nos hemos preocupado de retornar nuestra esencia, que es nuestro profesionalismo, desterrar toda idea política o intervención política o partidismo. Yo creo que eso se ha logrado. Nuestra oficialidad, nuestro personal subalterno es fundamentalmente profesional, dedicado a su carrera. Es consciente de la situación política que se vive, y yo confío en todo este personal y en que no va a haber ningún problema. Con toda seguridad", dice el general Julia.

El prestigio del Ejército peruano se encuentra en entredicho en estos momentos por su actuación en la lucha contra Sendero Luminoso, en la que los militares han cometido, según distintas instituciones peruanas e internacionales, graves violaciones de los derechos humanos. El general Julia estima que "una lucha no se puede llevar a cabo en términos tibios". "Cuando se lleva a cabo una misión como ésta, que es de matar o ser muerto, sin término medio, a veces, es cierto y lo reconozco, cae gente que es inocente, pero éstos son casos excepcionales. Ciertos organismos internacionales hacen referencia a desaparecidos, pero se sabe, y la misma Prensa que simpatiza con estos movimientos lo ha dicho, que (Sendero Luminoso) lleva a cabo una captura de gente que pasa a engrosar los desaparecidos que se nos achacan a nosotros".

El ministro de la Guerra niega que se esté produciendo en Perú una argentinización en la lucha contra la violencia y asegura que se avanza en el combate contra Sendero Luminoso, "no con el ritmo que se desearía, pero se está avanzando". "Ha bajado notablemente su actividad y es posible que esto sea controlado en el plazo mínimo de un año", dice el ministro. Mientras tanto, cree que "sería un riesgo" retirar al Ejército de las zonas de emergencia.