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Tribuna
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La elipse

26 martesVeo en sesión única el Amadeus de Milos Forman, basado en la gran comedia de Peter Shaffer. Aparte infidelidades biográficas (todos tienen demasiado genio como para sujetarse al dato), Forman ha narrado tectónicamente uno de los conflictos más apasionantes para un intelectual: el conflicto entre el talento y el genio. El conflicto Salieri/Mozart. La cosa era en el XVIII, imperio de Salieri, el ilustrado, el lúcido, el culto, el racional. Pero aparece Mozart, ya un prerromántico, como un Rimbaud de la música, y, en principio, se lo lleva todo por delante con la alegría salvaje y cultísima de sus composiciones. Mozart es el primer irracionalista del mundo moderno, el maudit de la música, que se salva/pierde en lo bufo y lo autobiográfico. Me parece que el pleito Mozart/Salieri no ha terminado. Lo que Luckas llamaría "el asalto a la razón", arranca de Amadeo, precoz y niñoide, en el siglo mismo del raciocinio, y no ha cesado en sus ofensivas: Hölderlin, Nerval, Baudelaire, Novalis, Chopin, Lautréamont, frente a los Salieri de peluca y pentagrama, frente a la racionalización (tecnológica) que ha seguido al raciocinio, frente al otro irracionalismo, el del mito y el rito, constituido en Razón, en Estado, en la dominación de la casaca. Cuando la razón socrática se ha degradado en razón burguesa, el arte se hace irracionalista para siempre. Allan Poe, la Comuna, Van Gogh, el surrealismo, el jazz y Antonio Artaud son otros tantos asaltos a la razón que sitúan al creador en lo que Pániker/Rubert de Ventós han llamado "el margen residual". Sólo que Mozart y Rimbaud viven hoy diluidos en las generaciones jóvenes, son una genialidad soluble y eucarística que no acaba de dar un genio. Beats, 68, hippies, ácratas y punkies van apagándose, como el Mozart colectivo que son, entre lo autobiográfico y lo bufo.

28 jueves

Bajar al moro. Va a estrenarse pronto una comedia que se titula así, con la Ozores pequeñita. El título está tomado de una frase post/cheli. "Bajar al moro" es término coloquial que comprende/compendia de Marlon Brando a Juan Goytisolo. Toda la juventud baja hoy al moro (y retomo aquí mi reflexión del martes), atraída por la "nostalgia del lodo", que ya Octavio Paz estudió en los rornánticos y post. Bajan al moro las casadas de media edad y los franceses de medio sexo, los escritores de alma ex¡liada y los grandes actores internacionales que sólo en Marraquech pueden prescindir de las gafas negras, gafas anti/papparazzi, a la busca delmorito, de la morita, del chocolate, la mierda y el viaje. Queríamos una Europa despejada de muertos y de locos, queríamos una América de cristal y acero, y ahora que tenemos todo eso, vuelve, retórica de Nietzsche y Mircea Eliade, ilustrada de Heráclitos y Baudelaires, la nostalgia del lodo, esa cosa que André Maurois, académico para señoras, dijo en Climas, sobre algún sitio de África: "Es noble y sucio como todo el Oriente". Como la semana ha sido muy cinematográfica, me remito ahora a Dune, ciencia/ficción italiana, estrenada en el Centro Colón. Otra huida de la Historia, para encontrarse con la Historia en mitad de las galaxias: castillos góticos, ejércitos nazis o romanos, personajes neronianos. Puestos a imaginar desatadamente el futuro, recreamos sin saberlo el pasado (para qué hablar de las pasiones/compulsiones, que sencillamente se repiten). La llamada de la selva, aquella cosa de Edgar Rice Borroughs, creador de Tarzán, puede ser hoy la llamada del espacio. El hombre no es que sea contradictorio, sino que es cíclico. Mi generación de postyguerra prefería "subir al sueco" (a la sueca). Éstos, que ya son todos suecos, deciden bajar al moro. ¿Y nadie baja al parado?

1 viernes

Ya digo que una semana muy cinematográfica. Sahara en el Palacio de la Música. Movida granviaria con Miguel Bosé y los "nuevos valores" subvencionados. Pilar Miró, cuya operación me ha tenido en un grito, puso su confianza y su subvención, imagino, en estos pequeñitos. Su generosidad merecía mejor respuesta. Pero a curarse, tía.

3 domingo

Mi querido Luis Zarraluqui nos reunió a almorzar en el XXI para hablar sobre la nueva juridicidad que cubre la nueva genética: úteros prestados, niños clónicos, embarazos de laboratorio, etc. En una cabecera, José Solís/ex y Gil Robles, que no es mal cruce genetico. Emilio Romero, silente, junto a Zarraluqui. Madres prestadas, madres embarazadas en un Banco (de semen), madres diversas para un solo niño. HaroTecglen, a mi lado, me recuerda que madre no hay más que una. Más que la ingeniería genética nos asombra la ingeniería social: el que todas estas señoras tan bachilleras y mujeres sabias, ostensiblemente pudendas, estén hablando del semen y sus trapicheos, ellas que antes sólo hablaban de amores contrariados. Y aquí está, más que en los niños/ probeta, la verdadera revolución de la mujer. Hasta ayer, las mujeres han luchado por el comercio sexual sin niño. Desde ahora luchan por el niño sin comercio sexual: niño ciónico, clínico o lo que sea. Carlos Luis Álvarez, desde el rincón de los humanistas, recuerda al personal que, con tanto jaleo genético, se están cargando la sagrada institución de la familia. Razón que le sobra. Pero yo, si tuviera micrófono, denunciaría algo aún más grave: se están cargando la secular, venerable, eficaz y hermosa institución del adulterio. Estos asuntos extrafamiliares siempre se habían resuelto en familia. Aparte de que no hay embarazos extramatrimoniales. El embarazo es lo que hace el matrimonio. El resto es ligue o sacramento.

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