El Gobierno aprovechará la introducción de las nuevas gasolinas para elevar los precios de los productos derivados del petróleo

El Gobierno tiene previsto elevar los precios de los productos energéticos derivados del petróleo en el momento en que aparezcan en el mercado las gasolinas con nuevos octanajes y bajo contenido de plomo. La subida espectacular del dólar está haciendo viejas las bases técnicas sobre las que se autorizó el último incremento de los precios, y aunque de momento no se han iniciado nuevos estudios para calcular las nuevas tarifas, existe ya la intención política de proceder a los mismos cuando la divisa norteamericana se estabilíce, según indican fuentes solventes.El Consejo de Ministros se planteó ayer, a nivel teórico, la necesidad de modificar de nuevo los precios de los combustibles ante la errática evolución del dólar en relación a la peseta. Sin embargo, el Gabinete consideró que era prematuro cerrar el terna, por segunda vez en menos de dos meses, teniendo en cuenta que el dólar puede experimentar una nueva alza, o una caída inesperada, ante la decisión de los bancos centrales europeos de intervenir en determinados momentos.

En medios gubernamentales se está a la espera de que cese la especulación sobre el dólar y de que la divisa norteamericana se estabilice en tomo a un cambio fijo. La caída de seis pesetas experimentada ayer por el dólar confirmaría la hipótesis de que las previsiones de un cambio a 200 pesetas a corto plazo son muy aventuradas.

Por otro lado, y según fuentes solventes, la delegación del Gobierno en Campsa no ha preparado todavía la denominada sábana de nuevos precios ni ha recibido instrucciones para hacerlo. La idea que predomina en la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleo es que el Gobierno mantiene inalterable su anterior intención de proceder a un reajuste de alcance mínimo (sólo gasolinas) cuando aparezcan en el mercado los nuevos octanajes de 92 y 97, una vez que el Consejo de Ministros aprobara su introducción paulatina en el mercado a mediados de febrero.

El único cambio que se produciría en estos planes, de mantenerse la tendencia alcista del dólar, es que el reajuste previsto fuera de mayores proporciones, en lugar de las dos o tres pesetas por litro que, en un principio, se preveía. Este cambio mínimo en las gasolinas obviaría así la consulta previa a la Junta Superior de Precios. Hasta ayer, este organismo no había recibido ninguna consulta para modificar los precios, lo que confirmaría que no existen planes inmediatos para hacerlo.

Reajuste necesario

En cualquier caso, la necesidad de modificar los precios es obvia, a la luz de las modificaciones que se han producido en las variables sobre las que se basan los precios de los combustibles. En este sentido, el dólar se cotizó ayer en Madrid 15 pesetas por encima del cambio medio (170 pesetas) sobre el que se fijó la última subida del mes de enero. El coste del barril de crudo importado, pese a la baja mínima decidida en la última reunión de la OPEP, no ha experimentado cambios importantes en cuanta a su cotización en dólares.El desfase experimentado en ingresos fiscales por gasolinas todavía no es muy alarmante, según indican fuentes solventes, aunque sí podría serlo a medio plazo, de continuar el dólar por encima de las 175 pesetas. En medios económicos se apunta por un dólar en torno a esa cifra, más que sobre las 200 pesetas.

Una nueva crisis de pagos en América Latina y en el Tercer Mundo, de seguir subiendo el dólar, es una eventualidad que está a la vuelta de la esquina, según expertos solventes. En este sentido se apunta la fecha de mediados de abril, cuando está prevista la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), para que las autoridades monetarias europeas y norteamericanas lleguen a un acuerdo firme para estabilizar el dólar.