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SANIDAD

"El Gobierno debe invertir en sanidad como lo ha hecho en educación", afirma el cardiólogo Pedro Zarco

"El Gobierno no tiene otra opción que la de invertir en sanidad como lo ha hecho en educación". Ésta es una de las condiciones para salvar el actual momento de la sanidad española, a juicio del doctor Pedro Zarco, jefe del departamento de Exploración Cardiopulmonar del Hospital Clínico de Madrid y hasta hace muy poco tiempo presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FAPDSP).

Pedro Zarco, nacido en Madrid en 1929, es profesor titular de cardiología de la Universidad Complutense, consejero de la Organización Mundial de la Salud y presidente de la sección española de la Asociación de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear. Acaba de renunciar a su condición de presidente de la FAPDSP, una organización progresista de la sanidad, precisamente para dedicarse con más intensidad a un trabajo de investigación sobre el tema Fibrinolisis en el tratamiento del infarto agudo de miocardio, para el que ha obtenido una beca de cooperación hispanoamericana con la universidad de Birmingharn, en Alabama (Estados Unidos)."Lo de defensor de la sanidad pública me viene en gran parte", dice, "de mi estancia en el Reino Unido, donde, además de especializarme, comprendí a fondo las ventajas del sistema nacional de salud que tienen los ingleses". A pesar de que se ha retirado de la presidencia de la Federación de Asociaciones Españolas que defiende precisamente un modelo igual o parecido al británico, continúa como observador de la situación sanitaria española.

Voluntad política

Según Pedro Zarco, es fundamental en estos momentos aprobar la ley general de Sanidad "para poner orden en todos los organismos autonómicos y crear una red asistencial hospitalaria única que pueda parecerse en alguna medida al Servicio Nacional de Salud inglés". "Pero a nadie se nos oculta que hacen falta dos condiciones: que el Gobierno tenga voluntad política de sacar adelante esta ley por encima de las resistencia políticas y corporativas, y que se cuente con las inversiones precisas".

"La ley general de Sanidad", dice Zarco, "lleva implícita una gran inversión, pero esto no debe desanimar a las autoridades económicas, ya que, si hacen caso a la hipótesis del economista británico David S. Grimes, sabrán que el gasto de la Sanidad es paralelo al aumento del Producto Nacional Bruto".

Habría que empezar estas inversiones, según Pedro Zarco, por los hospitales. "Los hospitales han sido una de las grandes aportaciones del franquismo a la Sanidad española pero en los diez últimos años se han deteriorado como consecuencia de los escasos medios que se les ha asignado. Los ambulatorios, por el contrario, fueron una mala aportación del franquismo y ahora están exigiendo una profunda renovación. Un país desarrollado no puede tener los actuales ambulatorios en los que los médicos pasan visita a 40 o más enfermos en dos horas".

Entre los signos del deterioro de la asistencia hospitalaria señala en primer lugar los horarios. "Es absurdo", dice, "que tengamos un horario mucho más corto que en Europa o en otros países. Hay que alargar el horario de la asistencia y también hay que pagar más a los médicos".

Zarco subraya que "un médico no puede vivir con el actual sueldo del hospital. Si lo que España pretende es incorporarse a Europa deben homologarse no sólo la calidad sino también los sueldos de los facultativos. Y esto no quiere decir que esté en contra de la ley de Incompatibilidades. Debe existir una ley de este tipo".

En segundo lugar hay que renovar el equipo tecnológico. Lo correcto sería renovar el 25% de este material al año debido al deterioro que experimenta. "El actual equipo ministerial se ha dedicado más a controlar y racionalizar el gasto, lo cual está muy bien, pero no se puede dejar de lado la renovación de los materiales".

Después de analizar estos signos Pedro Zarco reafirma su convicción de que el motivo principal del deterioro de la asistencia hospitalaria Y de la desazón de los médicos es económico. Sueldos bajos y escasas inversiones". Señala, no obstante, que aunque la situación actual es un poco confusa "nos encontramos ante una oportunidad histórica en la que no tenemos por qué ser especialmente pesimistas". "Vamos. poco a poco homologando nuestro sistema sanitario a los índices de asistencia occidentales, que son buenos, especialmente en el capítulo de medicina primaria y preventiva. Se podrían conseguir muchas cosas en este terreno, pero hay que saber si se está dispuesto o no a financiarlo. Mucho mejor que gastar el dinero en armamentos sería emplearlo en sanidad".

La potenciación de la medicina preventiva tiene muchas ventajas, según el doctor Zarco, y, además, resulta más barata a la larga. Pone como ejemplos de la eficacia de esta medicina las campañas contra los factores de riesgo -tabaco, hipertensión y colesterol- que se han llevado a cabo en los 10 últimos años en Estados Unidos. Durante este período ha disminuido la mortalidad en el 30% de las enfermedades coronarias y el 46% en las trombosis cerebrales. La aplicación de la medicina preventiva en la URSS, ha conseguido por otra parte, en opinión de Zarco, muy buenos resultados con escasos gastos.

Pedro Zarco no es ajeno, finalmente, al derecho de los usuarios de la sanidad a exigir de los médicos una adecuada competencia y a denunciar los casos de error o mala práctica médica. Por eso dice que en una sociedad desarrollada al médico se le deben pedir responsabilidades como a todos. "Los médicos españoles estábamos hasta ahora en una situación de prepotencia. Parecía que no iba con nosotros el hecho de que la medicina moderna es muy agresiva y de vez en cuando causa al paciente un daño desproporcionado".

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