La mitad de la electricidad de origen geotérmico se produce en Estados Unidos

La explotación de la energía geotérmica para producción de electricidad se está desarrollando en todo el mundo, pero sigue limitada a las fuentes más fáciles de utilizar, según un informe del Instituto Norteamericano de Investigación sobre Electricidad (EPRI).De hecho, sólo se utiliza una parte ínfima de esta fuente natural y renovable de energía, concretamente la que se presenta bajo la forma de vapor de agua o de manantiales de agua caliente de presión controlable.

Según las estimaciones de un experto norteamericano, el profesor Ronald di Pippo, la capacidad geotérmica instalada en el mundo se eleva actualmente a 3.285 megavatios, de los cuales 1.509 corresponden a Estados Unidos. La explotación de la geotermia en Estados Unidos empezó a tener importancia a partir de 1960, cuando se puso en marcha la planta de géiseres de California (actualmente la mayor del mundo, con una capacidad de 1.400 megavatios) y surgió el interés por las fuentes térmicas de Nevada, Oregón, Utah y Hawai. En otros países, el desarrollo de la energía geotérmica ha sido igualmente rápido, especialmente en Filipinas, cuya electricidad procede en un 20% de la energía geotérmica, México, Japón, China, Italia, Kenia, Nueva Zelanda, la Unión Soviética, Turquía e Indonesia.

El Departamento de la Energía de Estados Unidos y las grandes compañías eléctricas del país mantienen un interés creciente por la explotación de este tipo de energía, en particular por las fuentes de aguas termales saladas. Próximamente se pondrá en funcionamiento una planta experimental de 45 megavatios en Valle Imperial, California.

La planta, según el informe de EPRI, funcionará con un ciclo binario. El agua salada, obtenida a gran profundidad y con una temperatura de 182 grados centígrados, se pasa a un intercambiador de calor para vaporizar una mezcla altamente inflamable de isobutano e isopentano. Este vapor accionará una turbina eléctrica, mientras el agua salada vuelve a inyectarse en el subsuelo.

Esta fábrica funcionará de forma experimental durante tres años, y durante este período se analizarán especialmente los problemas de corrosión y depósitos minerales en las tuberías.