La bolsa consolida sus cambios tras la tormenta
Los 3,93 puntos que el índice general de la bolsa ha ganado en la pasada semana vienen a suponer el final de ese clima de incertidumbre que había marcado la contratación de la tanda anterior, pródiga en realizaciones de beneficios.El asentamiento del mercado se efectuó incluso en aquellos momentos cuando se consideraba que existía el riesgo de encontrar nuevas oleadas de ventas. Y es que muchos analistas pensaban que no todo el papel dispuesto había tenido la oportunidad de cambiar de manos. Pero estos temores se fueron apagando paulatinamente ante el optimismo de los inversores privados, quienes se vieron apoyados por la llegada de dinero extranjero.
El contexto general de la economía también se sumó a este positivo estado de ánimo. Por una parte, los tipos de interés de los pagarés del Tesoro registraron un nuevo descenso, que, si no es en sí muy importante, continúa dando cierta garantía a la renta variable. Además, la intervención de Miguel Boyer ante los empresarios de la APD insufló no poco optimismo en el futuro, habida cuenta de sus previsiones sobre un incremento en torno al 9,2% del consumo privado a lo largo de este año, así como a recordar que los costes laborales se situaron en el 9,5% en 1984, con lo que un 5% de los mismos respecto al año anterior se ha acumulado a los excedentes empresariales.
Los expertos, en estas condiciones, serenan sus ánimos y realizan toda suerte de previsiones para posicionarse lo más acertadamente posible en esta nueva etapa. El análisis técnico, en este sentido, recomienda aquellos valores que se encuentran menos alejados del nivel que habían alcanzado el pasado día 4, fecha en que el índice general conquistó su cota máxima del año.
Si se otorga algún valor a este método, sectores como metalurgia básica, construcción y comunicaciones serían los más favorecidos, así como algunos grandes bancos. Este último sector, por cierto, puede beneficiarse de los resultados de la junta del Santander protagonizando algún tirón alcista. Por el contrario, según estas previsiones, el corro eléctrico no saldría muy bien parado, lo que es puesto en duda por otros analistas.
Sin embargo, la polémica sobre el hipotético recorte de dividendos de las eléctricas ha levantado nubes en el horizonte inmediato de estas compañías. La mayoría de las informaciones incide en que la mayor flexibilidad que Industria otorgará a estas sociedades se reflejará, casi seguro, en un aumento del dividendo de Hidrola y de otras empresas, al tiempo que las más comprometidas podrían recortar sus derramas. Hidruña, por su parte, ya ha anunciado que pasará todos sus beneficios a reservas.
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