1985 será el año de la reactivacion del consumo y de la inversión privada, según Miguel Boyer

"Estamos en momentos de cambio importantes de nuestra economía", aseguró ayer el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, en el curso de un almuerzo de trabajo celebrado en el marco de las jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). "Este año será el de la recuperación de la demanda interna, tanto del consumo como de la inversión". Para el ministro de Economía y Hacienda, el consumo privado crecerá en 1985 entre un 9,2% y un 9,3%, mientras que la inversión privada lo hará en torno al 5,5%.

El ministro de Economía y Hacienda estimó ayer que "después de habernos apretado el cinturón por los ajustes dramáticos que ha sido necesario afrontar, entramos en una época de normalización en que hay que consumir e invertir más, en que hay que sacar provecho de la situación de nuestra balanza exterior y de una inflación controlada. Creo que vamos a entrar en una etapa de normalidad en que se exigirán menos sacrificios al pueblo español".Según Miguel Boyer, 1984 fue un año de ajuste duro, "el más duro de los últimos años, y hemos pagado un precio importante por los resultados conseguidos, en términos de aumento del paro, que fue un 2,3% superior al de 1983, de forma que es el mayor fracaso de la política económica del Gobierno". Entre esos resultados está la reducción de la inflación; una fuerte recuperación de la tasa de ahorro nacional, debido al ahorro de las empresas; la contracción del déficit público en relación al PIB; el descenso de la tasa de crecimiento de los costes laborales unitarios, que del 14,5% en 1983, bajó al 9,5% en 1984, con 5 puntos que han ido a engrosar el excedente empresarial, y ha aumentado en un 4,4% la productividad por persona".

Para el ministro, esos resultados permiten despejar incógnitas para años futuros. Por ejemplo, "los resultados del sector exterior nos dan un margen de maniobra importante para cambiar algunas variables de la política económica que antes no podíamos tocar". Se ha invertido, en suma, la tendencia de la economía española, de forma que, realizado el ajuste, "estamos en condiciones de despegar. La demanda interna debe tomar este año el relevo de la demanda exterior". Si en 1984 el sector exterior aportó tres puntos al crecimiento del producto interior bruto (PIB) español, ese aporte será este año de sólo el 0,5% al 0,6%. Según el ministro, la demanda interna debe crecer este año en un 2,4%.

El 'ministro eficacia'

Miguel Boyer, sentado a la izquierda de Don Claudio Boada, dirigió ayer sobre una audiencia empresarial que abarrotaba el amplio salón de un hotel madrileño, un mensaje de optimismo sobre la situación económica española que fue bien digerido por el auditorio. El ministro eficacia sigue ejerciendo un notable impacto en sus apariciones personales ante el estamento empresarial, manejando la regla de oro de su recitar aséptico y casi agrio, donde son las cifras las que cantan, salpicadas de muy escasas pinceladas de humor.

Miguel Boyer recordó a los empresarios que "es vital para la economía española seguir manteniendo el esfuerzo exportador, pero que en 11985 el crecimiento debe estar sostenido por el consumo y la inversión interna". Según el ministro, durante el año en curso, la renta disponible crecerá en torno al 9,2%, lo que hará crecer el consumo en la misma proporción, porcentaje que, deflactado, supondrá un crecimiento real del consumo del 1,2%. Otros porcentajes de crecimiento previsto se refieren al 4,2% para la formación de capital fijo, 3% para la construcción -el sector que todavía en 1984 continuó sumido en el fondo de la crisis- y del 5% para el sector transporte.

Como quedó meridianamente claro en las distintas ponencias habidas en estas jornadas de APD dedicadas a "cómo ven nuestros hombres de empresa la economía española en 1985", la recuperación de la inversión es la clave para lograr un crecimiento sostenido que cree riqueza y empleo. Miguel Boyer estima que en España se dan actualmente todas las condiciones para una recuperación de la inversión, a causa de la mejora de los excedentes empresariales, que si fueron del 45,9% en 1983 en relación a renta bruta disponible, aumentaron ya al 49% el pasado año y serán del 50,6% -siempre según las previsiones de Economía y Hacienda- en 1985.

Esos excedentes empresariales fueron en años pasado absorbidos por el incremento de los tipos de interés, que al plazo de tres meses eran del 20% en 1983, descendieron al 14,3% -como media- en 1984 y se situarán en 1985 en torno al 10%. Ello hará que los tipos de interés real, que el año pasado fueron de 3,5 puntos, queden reducidos en 1985 a 2 puntos, "lo que permitirá un margen de autofinanciación muy importante a las empresas". El aumento de la demanda interna impulsará una mayor utilización de la capacidad instalada y atraerá las nuevas inversiones.

Miguel Boyer aseguró que "nos quedan algunos tragos amargos, como la entrada de España en una zona tan competitiva como la CEE".

El ministro se refirió también al IVA, que probablemente "creará un efecto inflacionario de entre 2 y 3,5 puntos en el momento de su establecimiento"; aseguró que a causa del actual nivel de nuestras reservas exteriores "el Gobierno tiene verdaderas dificultades para no apreciar la peseta", y se manifestó partidario de proseguir con la reducción de cuotas a la Seguridad Social. Finalmente, anunció que el Ejecutivo tomará una decisión favorable al ingreso de España en el COCOM (acuerdo sobre tecnología de doble uso).

En la jornada del miércoles, el ministro de Industria, Carlos Solchaga confirmó que en 1984 el INI redujo sus pérdidas en 19.000 millones de pesetas, mientras que Luis Carlos Croissier, presidente del instituto, anunció ayer que en 1985, además de continuar en la línea de mejoría ya iniciada, el grupo reducirá su endeudamiento neto en 140.000 millones de pesetas, reembolsando créditos por importe de 280.000 millones.