Los médicos de la Seguridad Social comienzan hoy una huelga nacional de tres días

La segunda huelga de médicos de la Seguridad Social llevada a cabo contra la actual Administración sanitaria socialista comienza hoy con carácter general en todo el territorio nacional. Durará hasta el próximo viernes. Posteriormente, y hasta el próximo 10 de mayo, el paro afectará a todas las autonomías con un sistema rotatorio. Según fuentes administrativas y médicas, la huelga no tendrá repercusiones para el paciente en los servicios de urgencia, y en el resto de los servicios no revestirá especial gravedad, debido a la entrada en vigor de las medidas de servicios mínimos decretadas por el Instituto Nacional de la Salud. Los centros con mayor incidencia serán los ambulatorios.

La huelga legal ha sido convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), a la que están afiliados cerca de 20.000 médicos, según fuentes de esta entidad. Los médicos protestan contra algunos aspectos de la actual política sanitaria del Gobierno, especialmente contra la reforma sanitaria en curso y contra las consecuencias que va a tener entre los médicos la aplicación de la ley de Incompatibilidades.La huelga se plantea en un clima generalizado de malestar e incertidumbre en el sector médico. Los médicos no se han puesto de acuerdo en el apoyo o no apoyo a esta medida, como lo prueba el hecho de que la asamblea general extraordinaria de los colegios médicos no haya tomado postura ni a favor ni en contra de la misma y haya decidido dejar a cada colegiado la opción individual de adscribirse a ella.

No obstante, Ramiro Rivera, presidente del Consejo General de Colegios Médicos, ha vuelto a manifestar en público y a título personal su oposición a la huelga. Previamente a la asamblea extraordinaria, Rivera había desaconsejado, por escrito, a los presidentes de los colegios, que apoyaran la huelga.

Por otra parte, se muestran abiertamente contrarios a esta huelga la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública y la Asociación Española de Usuarios de la Sanidad. Los primeros califican de oportunista la convocatoria y de "'claro intento de seguir torpedeando la puesta en marcha de la reforma sanitaria". Los segundos han pedido que la Administración sanitaria fije claramente los criterios en torno a los servicios mínimos para que pueda solventarse cualquier tipo de problema que pueda tener el usuario.

Por otra parte, este clima de conflictividad se ha visto enrarecido por el goteo de dimisiones en el ministerio de Sanidad como consecuencia de la salida de Pedro Sabando como subsecretario y por las conflictivas declaraciones posteriores del ministro Ernest Lluch sobre la dimisión. Francisco Cuberta, director comisionado del Ministerio de Sanidad en Andalucía, confirmó a Carlos Funcia que el viernes pasado, día. 8, envió su carta de dimisión al ministro Ernest Lluch. Su dimisión se produce "como consecuencia de la vinculación a la estrategia y metod6logía de Pedro Sabando".

Entre otros posibles dimisionarios se bara aban ayer en círculos sanitarios los nombres de José María Rivero, subdirector general de Atención Primaria; Antonio Espino, responsable de la comisión especial para la reforma psiquiátrica, dependiente de la Dirección General de Planificación, y las de algunos directores provinciales de Insalud.

Los dirigentes de los sindicatos convocantes han manifestado su esperanza de que la huelga sea un éxito de protesta contra la actual reforma de la sanidad emprendida por el Gobierno socialista. Según el secretario de la CESM, Juan Blázquez, esta reforma supone un grave riesgo para el ejercicio de la profesión médica. Admiten los propios sindicatos que la huelga no afectará muy directamente a los usuarios, dado que los casos de urgencia estarán cubiertos, así como los servicios mínimos que haya señalado la Administración.

Por parte del Insalud se han tomado algunas medidas para hacer frente a las consecuencias del conflicto. Además de los decretos de servicios rnínimos, que afectan de una manera muy desigual según las características de los centros -desde un 90% hasta un 35% de los servicios globales-, se han reforzado los canales para atender las posibles reclamaciones por deficiencias médicas en los servicios esenciales en la comunidad.