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Chernenko, enfermo, no pudo recibir a Papandreu

Pilar Bonet

La enfermedad impidió ayer al líder soviético, Konstantín Chernenko, de 73 años, acudir a la cita que tenía programada con el jefe del Gobierno griego, Andreas Papandreu. La ausencia de Chernenko, que fue visto en público por última vez el 27 de diciembre pasado, ha reforzado las especulaciones sobre el estado de salud del secretario general y presidente del Soviet Supremo, sobre el que los medios de comunicación de la URSS siguen informando como si estuviera al frente de la vida política del país, aunque no se deje ver.

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El portavoz del Gobierno griego, Dimitrios Marudas, manifestó en una conferencia de prensa que "el encuentro previsto entre el primer ministro Papandreu y Chernenko no pudo celebrarse a causa de la enfermedad del secretario general".Marudas, que utilizó la palabra griega astenia (enfermedad), manifestó que la delegación griega había tenido conocimiento de la cancelación en el transcurso de la mañana de ayer, martes.

Una fuente diplomática griega precisó que Papandreu había esperado poder entrevistarse con Chernenko hasta que, sobre las 11 de la mañana, se le comunicó que la entrevista no se produciría. Papandreu, que no acudió a la cita que tenía con la Prensa, disponía de un tiempo libre a las 16.30 (14.30, hora peninsular española) para poder encontrarse con Chernenko. Las garantías de que la entrevista se celebrase no eran totales, pero las expectativas habían crecido durante el lunes, alimentadas, al parecer, por los representantes soviéticos.

Moscú había dicho en un principio que Papandreu "tal vez podría ver a Chernenko, pero no debe contar con ello", según fuentes griegas. Las razones protocolarias no obligan al secretario general del PCUS y jefe del Estado, en su calidad de presidente del Presidium del Soviet Supremo, a entrevistarse con un jefe de Gobierno. Los precedentes hacían pensar que la entrevista era lógica, dadas las buenas relaciones entre Grecia y la URSS, y el hecho de que Chernenko hubiera recibido anteriormente a otros jefes de Gobierno, como el austriaco Fred Sinowatz, por ejemplo, e incluso a ministros de Asuntos Exteriores.

El programa oficial de la visita incluía únicamente dos entrevistas con Tijonov, una de las cuales tuvo lugar el lunes y otra ayer, y una conversación con el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko, que Papandreu celebró acompañado de su ministro de Asuntos Exteriores, loannis Haralambopoulos.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores soviético habían dicho ayer por la mañana que Chernenko estaba fuera de Moscú. Los representantes griegos señalaron que esta explicación no era incompatible con la que hace referencia a su estado dé salud, sobre el cual se negaron a hacer comentarios.

Médicos occidentales que han realizado diagnósticos a ojo de Chernenko le atribuyen una dolencia pulmonar de tipo asmático. Otra versión apunta a un ataque cerebral que le ha dejado sin habla y semiparalizado. Mientras la primera versión puede encontrar crédito en quienes han contemplado las dificultosas intervenciones públicas del secretario general, la segunda carece de confirmación.

Posible recaída

La ausencia de ayer refuerza la duda sobre las informaciones aparecidas recientemente en los medios soviéticos. El pasado día 7, la agencia Tass afirmaba que Chernenko había intervenido en la reunión semanal del Politburó, con una sugerencia sobre "la siembra de primavera". En aquel momento, muchos observadores en Moscú dudaron de que realmente hubiera intervenido.

La pregunta que ahora surge es si realmente intervino y después recayó. Esta posibilidad justificaría las esperanzas dadas a Papandreu de que iba a encontrar a Chernenko. Un telegrama de felicitación enviado por éste a Georges Marchais con motivo de la reelección del líder galo como máximo dirigente comunista francés fue la noticia que inauguró el informativo de televisión nocturno (el más importante de la jornada) del lunes.

Las medidas que pueden tomarse en el futuro, de continuar esta situación, son incógnitas que intrigan a los observadores occidentales en Moscú, quienes se preguntan cuánto tiempo puede durar la ausencia del máximo dirigente. La próxima ocasión oficial en la que Chernenko debe aparecer en público es el 22 de febrero, cuando tendría que leer su discurso electoral en un distrito de Moscú en su calidad de candidato a las elecciones al Soviet Supremo en la República Federativa de Rusia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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