_
_
_
_
Tribuna:Criminales de guerra nazis
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Algunos de los vivos más conocidos

En el mundo, y sobre todo en América Latina, viven todavía aproximadamente: 450 criminales de guerra nazis. La mayoría de ellos se oculta bajo nombres y edades falsas. Esta cifra es una estimación realizada por varios cazadores de criminales de guerra, entre otros Simon Wiesenthal, Touvia Friedman, Serge y Beata Klarsfeld y otros.Entre los organismos que intentan con discreción la localización de nazis huidos figuran un departamento especial de la policía israelí, el Buró de Investigación sobre los Criminales Nazis, y la Oficina, para Investigaciones Especiales, creada por Jimmy Carter en 1982 en el seno del Ministerio de Justicia norteamericano.

Entre los criminales de guerra más conocidos, aparte de Josef Mengele, es preciso señalar a Walter Rauch. Este fue el inventor -de lo que todavía se vanagloriaba recientemente- de la cámara de gas portátil, un artefacto donde fueron asfixiados millares de judíos "para ganar tiempo durante su traslado de un campo a otro", según explicaba el propio Rauch.

Más información
La devolución de Reder puso contra las cuerdas al Gobierno austriaco
Klaus Barbie, en espera del último gran proceso

Walter Rauch ha encontrado refugio en Santiago de Chile, cuyos sucesivos Gobiernos -y no solamente el del general Pinochet, sino los dirigidos por los demócratas Frei y Allende- han rehusado extraditarlo a Israel o Alemania Federal arguyendo que había adquirido la nacionalidad chilena.

Otro criminal nazi célebre es Aloist Bruner, autor de matanzas de judíos polacos y gitanos, que ha encontrado refugio en Damasco. El presidente sirio no ha respondido hasta la fecha a las demandas de extradición formuladas por varios países, entre ellos Alemania Federal.

En Estados Unidos se encuentran refugiados numerosos exterminadores nazis al menos 65, de origen lituano, letón, ucraniano, yugoslavo e incluso rumano. Entre ellos figura Fedor Federenko, un ucraniano que trabajó en el campo de concentración de Treblinka, donde fue directamente responsable de la muerte: en hornos crematorios de millares de judíos. Deportado a la URSS en 1984, Federenko, que se sepa, no ha sido citado aún ante ningún tribunal soviético.

Ivan Demianul, otro ucraniano colaborador de los nazis, especializado en las cámaras de gas en Treblinka, donde era conocido por el apodo de Iván el Térrible, se encuentra en la actuadidad en Estados Unidos, en la región de Chicago.

Todos estos hombres habían huido del país por delante del Ejército Rojo, en 1945, hacia la zona americana de Alemania. Allí se presentaron como anticomunistas -lo eran realmente-, con lo que dieron carpetazo a su colaboración con la ocupación nazi.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_