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Violencia en el recibimiento en Seúl al líder de la oposición

El dirigente de la oposición surcoreana, Kim Dae Jung, fue golpeado por la policía y separado violentamente de sus acompañantes cuando llegó ayer al aeropuerto de Seúl tras dos años de exilio en Estados Unidos. Más de medio centenar de miembros de las fuerzas de seguridad obligaron a Kim Dae Jung a entrar en un ascensor del aeropuerto para evitar que saliera por el vestíbulo principal del edificio, ante el que le esperaban más de 100.000 seguidores para darle la bienvenida. Al prestar resistencia, el político surcoreano y sus acompañantes, entre ellos varios políticos estadounidenses, fueron zarandeados y golpeados.

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Símbolo de la lucha democrática

El jefe de la oposición y su mujer fueron conducidos a la fuerza a un vehículo policial y transporta dos a su casa, convertida en una auténtica prisión para el principal adversario del presidente coreano, Chun Doo Hwan. Más de 1.000 agentes bloquearon todos los accesos hacia la casa de Kim Dae Jung, totalmente aislada del exterior por medio de vallas metálicas prefabricadas. En las calles de Seúl, donde una multitud esperaba el paso del político, se produjeron enfrentamientos con la policía, que utilizó su material antidisturbios.El Gobierno surcoreano negó que las fuerzas de seguridad hubieran actuado violentamente adujo que todas las medidas tomadas tenían como objetivo la seguridad del político. Éste fue tan sólo separado de sus acompañantes y escoltado hasta su domicilio, según fuentes oficiales. Negaron también que Kim Dae Jung se encuentre bajo arresto domiciliario y aseguraron que tendrá libertad de movimientos y podrá dedicarse a sus asuntos privados. Sin embargo, se mantendrá la prohibición de toda actividad política, que le ha sido impuesta al igual que a otros 14 destacados opositores. Kim Dae Jung regresa a su patria en vísperas de las elecciones generales del próximo martes, día 12. El principal partido opositor, el Nuevo Partido Democrático Coreano (NKDP), ha protestado por lo que califica de "sistema electoral injusto" y "Tal ta de garantías democráticas" ante los comicios.

Las autoridades de Seúl anunciaron a principios de esta semana que no encarcelarían a Kim Dae Jung, sobre quien pende aún una condena de 20 años de prisión por sedición, de la que sólo cumplió dos años y medio antes de exiliarse en Estados Unidos.

Unas 20 personalidades de Es tados Unidos, entre ellas los miembros demócratas del Con greso Tom Foglietta y Edward Feighan, así como el que fuera embajador en El Salvador, Ro bert White, acompañaron en su regreso a Kim Dae Jung. Su presencia en Seúl se debe al temor a que el político coreano corriera la misma suerte que el dirigente de la oposición filipina Benigno Aquino, asesinado a su regreso a Manila tras un exilio en Estados Unidos.

Por temor a una acción violenta de las autoridades, tres estrechos colaboradores de Kim Dae Jung prefirieron permanecer en Japón, aprovechando una escala técnica del vuelo de EE UU a Seúl. En una conferencia de prensa celebrada en su domicilio, prácticamente tomado por las fuerzas de seguridad, el jefe de la oposicion manifestó estar de hecho bajo arresto domiciliario, si bien no le había sido comunicado de forma oficial. El jefe local de la policía le notificó que no le estaba permitido abandonar la casa y que sólo le podrían visitar parientes. Sus secretarios y guardaespaldas fueron obligados a dejar el domicilio.

El congresista norteamericano Foglietta calificó los incidentes del aeropuerto como "una desgraciada demostración de fuerza y brutalidad". Pat Derian, ex vicesecretario de Estado con el presidente Jimmy Carter, y víctima también, según manifestación propia, de los golpes de la policía, solicitó ayer la suspensión de la anunciada visita del presidente Chun Doo Hwan a Washington en el próximo mes de abril. Estados Unidos protestó ayer formalmente por el trato recibido por Kim Dae Jung y los ciudadanos norteamericanos que le acompañaban. Según fuentes norteamericanas, la Casa Blanca está a la espera de informes completos y seguirá con mucha atención la evolución de los acontecimientos.

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