El grupo de aceros finos Acenor pilotará la reconversión del sector de forja

PEDRO CASES El grupo de aceros finos Acenor ha tomado la iniciativa para reconvertir el sector de forja siguiendo las orientaciones emanadas de la Dirección General de Industrias Siderometalúrgicas y Navales, del Ministerio de Industria. La reconversión de este sector, planeada en la época del Gobierno de Unión de Centro Democrático (UCD) y posteriormente abortada por la incapacidad de las empresas afectadas para ponerse de acuerdo, resultaría viable ahora, según Industria, pero siempre y cuando estuviera vinculada al sector acerista.

En base a este nuevo criterio, el grupo de aceros finos Acenor, integrado por las empresas SA Echevarría, Aceros de Llodio, Pedro Orbegozo, Forjas Alavesas y Olarra, se reunió la pasada semana con las principales empresas de forja del país para hacerles un propuesta concreta de reconversión.Las empresas de forjas presentes en la reunión fueron La Farga de Casanova, Material Auxiliar de Electrificaciones (MADE), Nasarre, Forjas de Galicia, Forjas de Amorebieta, Forjas de Basauri y Forjas de Asua, ligada a Motor Ibérica. La propuesta hecha por los aceristas, que tendrá que recibir respuesta por parte de los forjadores en el transcurso de este mes de febrero, supone la elaboración de un estudio global del sector y, como segundo paso, la creación de una sociedad en la que participarían todas las empresas de forja afectadas.

La reconversión que se planteó en tiempos de UCI) para este sector afectaba solamente a dos empresas, Forjas de Galicia y La Farga Casanova, y suponía la creación de una sociedad holding, Iberforjas. Sin embargo, las empresas no llegaron a ponerse de acuerdo y la reconversión quedó frustrada.

Planes de viabilidad

A partir de ahí, las empresas de forja empezaron a plantearse su viabilidad de forma individual, llegándose a principios de acuerdos como el alcanzado entre la multinacional inglesa GKN y la empresa filial de Seat, Material Auxiliar de Electrificaciones.

El Ministerio de Industria ha decidido intervenir, aunque su labor se reduce a la de mero intermediario de la operación, en la que el papel fundamental queda en manos de Acenor. Para Industria, está claro que el sector de forja no puede existir en solitario (actualmente se encuentra en medio de los suministradores de materias primas, los aceristas, y de los consumidores, el sector M automóvil básicamente), y debe integrarse en el sector de aceros. Industria exige además que el sector de forja siga siendo nacional.

Esto último supone, ni más ni menos, que cualquier tipo de acuerdo que pudieran alcanzar las empresas de forja con grupos extranjeros debería ser limitado en cuanto a la participación de estos últimos en el capital social. En este sentido, si los ingleses de GKN aprueban su entrada en el capital social de la filial de Seat, MADE, no podrán superar el 50% de participación.

La propuesta hecha por los aceristas a los forjadores podría encontrarse con reticencias entre alguno de ellos. Los motivos de esa falta de interés son varios, y van desde el excesivo peso vasco que podría tener la reconversión del sector hasta el hecho de que, en los momentos actuales, hay algunas empresas que se encuentran negociando sus propios planes de viabilidad individual. Éste sería el caso, por ejemplo, de las catalanas La Farga de Casanova y Forjas del Nasarre.