_
_
_
_

Encerrada una mujer durante 20 años en una habitación de 15 metros cuadrados

Una mujer de 35 años, huérfana de madre, ha estado durante los últimos 20 años encerrada en una habitación de 15 metros cuadrados en el municipio de El Paso (La Palma), obligada por su padre, alcohólico, y una de sus tías, con los que convive.

María Encarnación Martín Fernández, que sufre un tipo de deficiencia psíquica de origen genético, ha vivido durante este tiempo prácticamente a la sombra y presenta un gran deterioro de tipo orgánico.La noticia sobre el estado de la mujer, publicada ayer por El Diario de Noticias, de Tenerife, ha sido conocida tras visitar a la misma el alcalde de El Paso, Francisco Sánchez; la asistente social de la Delegación del Gobierno, Carmen Naranjo, y el psiquiatra Germán Delgado que trataron de que la joven pueda ser ingresada en la residencia del Insalud Nuestra Señora de las Nieves.

"Se trata de un alcohólico crónico desde que murió su esposa, y la tía de esta mujer no parece tener un razonamiento lógico", declaró el psiquiatra. "Se comportan como si no comprendieran lo que han estado haciendo".

Ambas personas, que no habían sido denunciadas hasta ayer por estos hechos, han obligado a María Encarnación a vivir entre paredes desde que cumplió los 14 años.

Al parecer, Luisa Martín, la tía que cuida de la joven desde la muerte de su madre, ha actuado obsesionada con la idea de que alguien pudiera abusar de su sobrina, por lo que llegó a pasearla encadenada, impidiéndola que tuviera amigos. Decidió encerrarla en la única habitación de la vieja casa del barrio de Jedey, en el que reside la familia. Ha recibido una débil alimentación basada en leche, gofio (maíz tostado y molido), pan y agua. La falta de luz le ha podido provocar una lesión visual y el reducido espacio de la habitación le ha causado una atrofia en sus pies y manos.

La casa no posee baño, agua ni electricidad. María Encarnación debe moverse muchas veces entre sus propios excrementos y no ha sido lavada desde hace casi cuatro meses. Apenas habla y repite lo que escucha literalmente, sin sentido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_