Las empresas de fertilizantes piden a la Administración un aumento de precios del 20,5%

Las empresas agrupadas en la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe) presentaron ayer al Ministerio de Industria y Energía un informe con la solicitud de incremento de precios de los abonos del 20,5% para la próxima campaña. Según fuentes de la patronal, su petición está desglosada en dos sumandos bien diferenciados: por un lado, solicitan un aumento del 15,5%. para hacer frente a los incrementos de los costes, porcentaje en el que entran todos los inputs directos, más la carga financiera, y por otro, añaden un 5% como beneficio industrial.

La negociación de los precios de los fertilizantes se ha convertido en uno de los temas tradicionalmente más duros de lidiar para la política de precios controlados del Gobierno. Los abonos son el consumo más importante del sector agrícola y sus precios repercuten directamente sobre las reivindicaciones del sector. Los precios anuales autorizados han estado en los últimos tiempos varios puntos por encima de la inflación prevista. Así, el pasado año se aprobó un 18,5%, tras largas negociaciones, lo que suponía nada menos que 10,5 puntos sobre el 8% de inflación esperada para 1984. El tema debe lógicamente perder este año buena parte de su potencial explosivo, tras la firma de la reconversión del sector.

La negociación de los precios de los fertilizantes se viene convirtiendo en los últimos años en una especie de pulso entre fabricantes y Administración. Aquéllos suelen empezar la partida apuntando alto, para presionar al Ministerio y terminar aceptando un porcentaje notablemente más reducido. El pasado año, Ariffe rompió el fuego de la negociación señalando que "los fabricantes necesitamos un incremento de precios del 33,4% para corregir el desfase entre coste

Industria sólo atenderá costes

Finalmente, el Gobierno aprobó en la primera decena de febrero una subida real del 18,75%, aunque el impacto de este porcentaje sobre el agricultor quedó reducido mediante un esquema de subvenciones directas e indirectas a los fabricantes, que hizo que el incremento real pagado por el consumidor fuera del 11,2%. Algunas fuentes han señalado que, a pesar del 33,4%. solicitado el pasado año, el sector no fue capaz de utilizar plenamente el 18,75% que finalmente le fue aprobado, a causa de la fuerte competencia existente entre los distintos fabricantes, competencia de la que se beneficia el agricultor.Durante el año en curso podría ocurrir algo similar. El Ministerio ha hablado en un primer tanteo del 11 %, porcentaje que a la hora de llegar a la Junta Superior de Precios podría rondar el 12%. Todo ello dentro de un esquema similar al del año pasado, es decir, una parte de la subida repercutible en los consumidores y otra absorbible en forma de subvenciones a las empresas. Fuentes de Industria han señalado que, en todo caso, la subida autorizada lo será únicamente en razón a los costes del sector; según ello, el beneficio industrial es algo relacionado con los ahorros del sector y su capacidad para operar con márgenes comerciales, algo que en definitiva se persigue con la reconversión, pero que no compete al Ministerio.