Abucheos en el festival'Rock in Rio' y júbilo en la 'Festa Tancredance'
La elección confirmada de Tancredo Neves como presidente civil de Brasil influyó directamente en la jornada musical del pasado martes. El interés musical del día se trasladó del Rock in Rio a la Festa Tancredance, en la que se celebraba la victoria del candidato opositor y que contó con la participación de los más populares músicos brasileños, Jolo Bosco, Macalé, Beth Carvalho, Elba Ramalho, Caetano Veloso y, al rinal, Chico Buarque y James Taylor.
En el rockódromo donde se celebraba la jornada diaria de Rock in Rio, los seguidores del heavy dieron la nota más desafinada contra las dos primeras actuaciones. El cuarteto Kid Abelha tuvo que soportar que sus canciones poppies fueran abucheadas continuamente por los metaleiros, que así los llaman aquí. Habían anunciado que esta actuación era la primera de la democracia brasileña y no cesaban de caer objetos al escenario. La pasión disminuyó cuando Eduardo Dusek y su rock camavalero aparecieron. Pidió que los exaltados se frenasen y cantó con algunos pitidos en contra. Dusek, enfadado, no repitió. A partir de entonces, Barao Vermelho, el quinteto más rockero de este país, logró contentar el ansía de sonido violento de aquellos individuos. Scorpions y AC-DC remataron un espectáculo de gestos violentos.En la fiesta electoral, la carpa construida con andamios y un jardín con pantalla de vídeo, Il Circo Voador, se quedó diminuta, el público llenaba hasta el escenario. Joáo Bosco y Macalé cantaban temas como Vapor barato y Hotel das estrellas y Elba Ramalho comentaba a este periódico: "Todo lo que está pasando en estos días históricos era fruto del brillo moral y de la postura real del pueblo hacia una democracia que pide sin divisiones. Ahora podemos andar con la cabeza erguida, y con esta esperanza el pueblo está iná s seguro de sí mismo". La cantante declaró que no cree que Rock in Rio sirva para desviar la atención del público: "Al contrario la música está unificando al pueblo brasileño, sobre todo a la juventud". Cantaba Caetano Veloso su San Pa, y Luz de sol o poderes, contestaciones duras al poder corrompido, y mientras respondía Matalé, el primer músico que en los años más severos de la dictadura opuso su música con más virulencia: "Los músicos tendremos que continuar hablando y ahora con mucha mayor claridad."
