Aplausos para el inconformismo de Gómez-Martínez
La Sinfónica de RTVE y su director titular, Miguel Ángel Gómez-Martínez, entran en el Año Europeo de la Música -tricentenario de Bach, Haendel y Scarlatti- interpretando grandes obras de Beethoven y Mahler, como son las sinfonías novena y Resurrección.En actitud inconformista, Gómez-Martínez, esquivando cualquier tentación mimética, propone en su versión de la novena una nueva lectura a partir del estudio de las fuentes originales. Hay toda una larga historia sobre la interpretación beethoveniana, y concretamente la de su úItima sinfonía, que va de Wagner a nuestros días pasando por Weintgarner, Mengelberg, Fürtwaengler, Toscanini, Busch y tantos otros. Unos años antes de su muerte, Igor Markevitch emprendió una monumental edición enciclopédica de las nueve sinfonías (que publicaron Van de Velde y Peters) en la que, junto a las fuentes (manuscritos originales, materiales de orquesta de la época, primeras ediciones, correspondencia), estudiaba cuanto hicieron esos grandes maestros, a los que difícilmente podría acusarse de incompetencia, por más que sea aceptable la conocida opinión de Charles Gounod: "No conozco la Novena sinfonía según Wagner; la conozco según Beethoven y me basta" (carta a Oscar Comettant, 1874).
'Novena sinfonía', de Beethoven
Orquesta Sinfónica de RTVE. Coro de RTVE. Director: M. A. Gómez-Martínez. Solistas: Beatriz Haldas, Heidrum Franz, Gordon Greer y Harald Stamm. Teatro Real, 10 y 11 de enero.
Todas las propuestas de Gómez-Martínez son perfectamente aceptables aun cuando no deban entenderse a modo de solución única, lo que haría del intérprete un mero lector.
Para opinar seriamente sobre los puntos de vista o la fidelidad de Gómez-Martínez hemos de esperar a realizaciones superiores a la escuchada ahora, no por el circunstancial titubeo de alguna entrada -que esto es anécdota-, sino por la ausencia de una verdadera cohesión sonora, que no es lo mismo que la simultaneidad de 90 instrumentistas, la ruptura de la lógica continuidad por desniveles dinámicos o la falta de montaje del recitativo, que no fue tal no ya por su rapidez excesiva, por razones de lógica, sino por su servilismo métrico. Tratar de romper con las tradiciones cuesta mucho, así que el empeño del joven maestro granadino tomará cuerpo cuando la orquesta lo haya asintilado y madurado y se alcance la mejor realización posible.
Que la brillantez fue el factor dominante nadie lo puede discutir, así como la excelentísima intervención del coro que dirige Pascual Ortega o el trabajo de los solistas, muy especialmente el del bajo Harald Stamm y el del tenor Gordon Greer. Todos recibieron muchos aplausos, sin olvidar a Beethoven, que en obras como la novena sacude violentamente la sensibilidad de los oyentes. La sinfónica de RTVE acusa dos bajas muy sensibles: los violonchelistas Enrique Correa -retirado al cumplir 65 años- y Pedro Corostola, por baja voluntaria. Se trata de dos excelentes instrumentistas y músicos de alta categoría.
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