Los canacos rechazan las propuestas de París, tras la muerte de su líder, Eloi Machoro

Los independentistas del Frente de Liberación Nacional Canaco Socialista (FLNKS) rechazaron ayer en bloque el plan sobre el futuro de Nueva Caledonia, presentado el pasado lunes por el delegado del Gobierno francés, Edgar Pisani, después de que las fuerzas de seguridad francesas mataran, en la madrugada del mismo día, a Eloi Machoro, uno de sus líderes, y al adjunto de éste, otro militante del frente llamado Moindou.

La muerte de estos dos melanesios, en el ambiente de tensión creado en la población europea por el fallecimiento previo de un joven de esa colonia, Yves Tual, de 17 años, alcanzado el viernes por disparos efectuados por nativos de Nueva Caledonia, ha provocado una ola de manifestaciories, que prosiguieron ayer, a pesar del estado de emergencia decretado por Pisani.El primer ministro francés, Laurent Fabius, convocó, entre tanto, en París con carácter urgente a su ministro del Interior, Pierre Joxé, y al de Defensa, Charles Hernu, piara estudiar la situación en Nueva Caledonia. Al término de la reunión, Fabius anunció su decisión de enviar inmediatamente otros mil agentes a la colonia, lo que eleva a 3.280 el total de efectivos de seguridad franceses presentes en la territorio. El primer ministro no precisó si el nuevo envío consistirá en soldados o miembros de la gendarmería.

En Nueva Caledonia, Jean Marie Tjibaou, presidente del Gobiervio provisional, al que también pertenecía el líder canaco fallecido ayer, manifestó que "el asesinato de Machoro pone fin a todas las piropuestas de Pisani y nos devuelve al punto de partida", informa France Presse. Tras señalar que las muertes del sábado elevan a 14 el saldo de víctimas registradas por los nativos desde que el conflicto estalló en la colonia hace dos meses, Tjibaou afirmó: "En lo sucesivo, corresponde al Gobierno francés resolver el problema de sus ciudadanos. El FLNKS exige la restitución pura y simple al pueblo canaco de la soberanía sobre su país".

Edgar Pisani propuso el pasado 8 de enero un plan para la colonia, que incluía la convocatoria de un referéndum de autodeterminación el próximo mes de julio, por el que los canacos podrían poner formalmente fin a una situación colonial que dura ya 131 años, si bien París seguiría reservándose el control de la defensa y de la seguridad interior del territorio. El FLNKS reaccionó favorablemente a esta propuesta, aunque mantuvo ciertas reservas, que se explican, entre otras cosas, porque la población melanesia sólo representa un 45% de los 145.000 habitantes que tiene Nueva Caledonia.

Tras los incidentes de las últimas 48 horas, que dejan el diálogo cortado, el delegado del Gobierno francés decretó un estado de emergencia que incluye medidas como la prohibición de formar grupos de más de cinco personas y de portar armas, el derecho de la policía a registrar las casas de sospechosos, incluso durante la noche, y el establecimiento del toque de queda.

Estas severas disposiciones no impidieron que los disturbios continuaran en Numea, sobre todo entre la población blanca, varias horas después de que a las 12 horas de ayer (3 de la madrugada, hora peninsular española) entrara en vigor el estado de emergencia. Los gendarmes volvieron a lanzar granadas de gases lacrimógenos sobre un grupo de más de 100 personas que prendieron fuego a una estación de servicio perteneciente a un militante canaco, y se vieron columnas de humo sobre diversos edificios de la capital hasta que, a las siete de la tarde, con la aplicación del toque de queda, se restableció el orden.

En Foa, localidad de la costa oeste, donde fueron muertos Machoro y su adjunto, reinaba una calma tensa. La gendarmería local afirma que el líder canaco se encontraba a primeras horas del sábado con un grupo de hombres armados localizado por un helicóptero piolicial que inspeccionaba las inmediaciones de la granja de un europeo que pidió ayuda porque su casa había sido rodeada por 10 melanesios.

De acuerdo con la versión policial, el grupo de Machoro fue rodeado por fuerzas del orden sobre las 4.30, produciéndose un primer intercambio de disparos algo más tarde, sin que hubiera heridos. Hacia las 6.12, los gendarmes volvieron a exigir la rendición de los canacos, que reanudaron sus disparos. Machoro pereció en ese segundo enfrentamiento.