En España, penuria presupuestaria

Como la mayoría de los inventos en el mundo del rock, el videoclip es una idea americana que llegó a España tardíamente y mal. Las imágenes rutilantes de las grandes producciones de Estados Unidos o el Reino Unido son difíciles de conseguir en España, donde se trabaja con escasos presupuestos y pocos medios. "Con los presupuestos con que trabajamos en España, que van desde las 250.000 pesetas a los dos o tres millones como máximo, es difícil competir", dice Alfonso Artesero, que comenzó en la música como bajista del grupo Pop Tops y lleva realizados varios vídeos de bajo presupuesto con grupos como Barón Rojo, Obús, Asfalto, Cadillac o Los Emocionales, entre otros. "Con el dinero que aquí utilizamos no habría ni para cubrir el coste de los cafés en una producción norteamericana".La razón de los bajos presupuestos y de la escasez de vídeos musicales españoles es fundamentalmente la de la poca rentabilidad promocional que se obtiene, al contarse casi exclusivamente con el reducido mercado de nuestro país. "El problema es", dice Jesús Cuevas, "que un vídeo sale caro con respecto a lo que es el mercado español, cuya única salida importante es la televisión. Gastarse dos o tres millones es rentable cuando el vídeo se utiliza internacionalmente; de hecho, la mayoría de los vídeos que hacemos las casas de discos se realiza pensando en la posible exportación".

Así se explica que la programación televisiva de vídeos esté masivamente dominada por las producciones extranjeras, a pesar de la política de Televisión Española de apoyar las creaciones nacionales. "En TVE estamos dispuestos a primar los videoclips españoles", aclara Ángel Luis Ramírez, "programándolos en las horas de mayor audiencia y en las mejores condiciones, pero es que se hacen muy pocos", opinión en la que abundan realizadores y artistas consultados.

La aventura de grabar un vídeo musical en España suele ser iniciativa de los propios grupos, que o bien se encargan ellos mismos de dirigirlos -es lo que hizo Mecano con su canción Japón- o acuden a algún amigo o director novel. En algunos casos, pocos, son las propias casas discográficas las que tienen la idea, y también Televisión Española ha participado en la realización de ciertos vídeos que se emiten en sus programas, casos del de Pistones, hecho en colaboración con La tarde, o el de Radio Futura, que ha contado con la ayuda de La edad de oro y una pequeña cantidad de dinero de su sello discográfico. Las productoras españolas de vídeos musicales escasean, y casos como los de I Producciones, Cinema del Callejón o Roller son intentos que cuentan con mejores intenciones que presupuestos. Se acude, como cuenta Alfonso Artesero, a los amigos, los decorados naturales o la calle, intentando suplir con imaginación la falta de medios. "En mi caso, he llegado a rodar un videoclip en un día y montarlo en otro, y como se puede comprender, en esas condiciones resulta casi imposible hacer un producto en el que no prime la improvisación".