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Marruecos renegocia en París su deuda exterior

Los ministros marroquíes de Finanzas y del Plan, Abdellatif Juahri y Abdelhak Tazi, respectivamente, negocian, desde ayer, en París una nueva refinanciación de la deuda exterior de Marruecos, que se eleva ya a unos 13.000 millones de dólares. Hoy y mañana, los ministros marroquíes discutirán con el grupo consultivo sobre Marruecos, del Club de París, una segunda financiación de la deuda exterior, con un posible escalonamiento en los pagos.

En 1983, Marruecos ya obtuvo una posposición de dos años para su deuda exterior. En 1985 y 1986, Marruecos, después de agotados los dos años de la primera refinanciación de su deuda exterior, debería comenzar a pagar unos 2.500 millones de dólares entre intereses y amortización del principal de ambas deudas, pública y privada. Según ha informado la Prensa marroquí, "las finanzas del país no permiten cumplir las obligaciones derivadas de estas deudas para 1985 y 1986".Aunque Marruecos espera concluir satisfactoriamente sus discusiones con el Club de París, entre otras cuestiones, porque el Gobierno h-a aceptado aplicar íntegramente las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el saneamiento de la economía de Marruecos, tiene, sin embargo, dificultades con el Club de Londres (deuda privada), con el cual debe comenzar a discutir de nuevo en febrero.

Según fuentes marroquíes, Marruecos está pagando actualmente los intereses relativos a su deuda privada, pero las dificultades para reembolsar el principal de esta deuda entorpece el trabajo de todos los bancos marroquíes, en particular, en lo que concierne a la financiación de las exportaciones marroquíes.

Puntos claves

Uno de los puntos claves y de mayor repercusión interna de -las recomendaciones del FMI concierne a la eliminación de las subvenciones estatales a los productos básicos de] consumo alimenticio.En el debate parlamentario del presupuesto 1985, que tuvo lugar en diciembre, la oposición socialista propuso, en contra de esas recomendaciones del FMI, que ha criticado violentamente, que fuesen transferidos 700 millones de dirhains(1.400 millones de pesetas) adicionales del presupuesto de gastos de material a la caja de compensación, cuyo presupuesto total para 1985 se eleva a 2.200 millones de dirhams (44.000 millones de pesetas). Todos los demás partidos rechazaron esta propuesta en solidaridad con los compromisos del Gobierno con el FMI.

La eliminación o reducción drástica de las subvenciones estatales a los artículos de consumo básico alimenticio pueden ser nuevamente en Marruecos desestabilizadoras, y los partidos políticos de oposición no descartan que puedan ocurrir nuevas revueltas similares a las de enero de 1984 y la de Casablanca de 1981. Aunque el Gobierno marroquí decidió aumentar en un 10% los salarios mínimos industrial y agrícola, y elevar el sueldo básico de los funcionarios en la misma cuantía, la oposición ha rechazado esta subida por estimar que, en primer lugar, los nuevos impuestos se la han comido ya y, en segundo lugar, que después de cinco años de congelación de los salarios, la subida resulta ridícula en comparación con el alza del coste de la vida en el mismo período.

La expectativa de nuevos aumentos de precios de los transportes y los artículos de consumo convierte nuevamente en explosivo el clima social marroquí. Al hacer un balance del año 1984, el diario Al Bayane escribía hace unos días: "Se ha impuesto una austeridad al pueblo, se ha agravado la presión fiscal, se han reducido los presupuestos sociales, ha disminuido el esfuerzo de equipamiento, el Estado ha iniciado el desmantelamiento del sector público en beneficio del privado, se han extendido dramáticamente los despidos de obreros, los cierres de fábricas, y decenas de empresas cierran sus puertas o reducen a un horario casi simbólico el tiempo de trabajo.

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