Insólito documental de Jacques Cousteau sobre el tráfico de cocaína en la cuenca amazónica
Jacques Cousteau, el oceanógrafo que primero descubrió las posibilidades de la televisión para difundir y financiar sus trabajos, ha dado un vuelco espectacular a su carrera con el programa especial que cerrará la serie que sobre el río Amazonas se emitió el año pasado en Estados Unidos. Este último capítulo, titulado Amazonas: tormenta de nieve en la jungla, no versará sobre animales ni especies en peligro de extinción, sino sobre el cultivo y tráfico de cocaína en la selva amazónica del Perú y sus efectos en los habitantes de la zona del nacimiento del gran río.
El tema lo justifica Cousteau arguyendo que "el entorno interno del hombre es también asunto nuestro", y explica que la idea se les ocurrió mientras trabajaban en la serie sobre las fuentes del mayor río del mundo. La tripulación del Calypso descubrió entonces que, si así lo hubieran querido, podían haber sacado de la jungla cantidades ingentes de cocaína. Jean Michel Cousteau, hijo del oceanógrafo, explicó que "nos sugirieron varias veces que transportáramos cargamentos de este producto hacia determinados lugares donde debía ser vendido o refinado. Incluso nos sugirieron cómo debíamos hacer para pasarlo, metido en bolsas de plástico clavadas al casco del buque".
Jacques Cousteau cree que el tráfico de cocaína se ha convertido en un arma política del arsenal de los grupos armados de extrema izquierda en su batalla contra el imperialismo, un medio para minar la estructura moral de Estados Unidos y, sobre todo, para financiar las operaciones guerrilleras de grupos como la guerrilla maoísta peruana Sendero Luminoso. "Se puede hablar de que existe la intención de apaciguar el cerebro de los enemigos", dijo.
En el documental, que será exhibido por Televisión Española el próximo 17 de febrero, se entrevista al presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry, para quien "el problema hay que buscarlo más en los países consumidores que en los productores".
