'Adeus aos barcos'
El Ferrol nació ahí, en la construcción naval. Las aldeas de pescadores de las orillas de la ría fueron dejando paso a una industria que hizo de esta comarca esperanza mínima en el desarrollo de Galicia. Esta ría hace barcos y los ocupa con gente que sabe manejarlos, esa es la historia única de El Ferrol. Se construían buques en tiempos de los romanos, y los arsenales tomaron importancia hace cientos de años. Los barrios populares lo son de muchas generaciones de obreros de la constructora.Hubo depresiones, pero no sabemos que un Gobierno anterior prohibiera construir barcos en El Ferrol. Éste, sí. Reconvertir es una exigencia del progreso; planificar es una obligación, pero nadie debería haberse atrevido desde un despacho a cambiar la razón de ser, el modo de vida, hasta el paisaje incluso, de una comarca de cientos de miles de ciudadanos. Hacíamos en El Ferro¡ el 34% de la producción naval de buques de tráfico civil (42 barcos, 3.372.170 toneladas, en la década 1974 1983). Tras la reconversión eso será sólo historia.
El Ministerio de Industria parece tener el loable fin de cambiar la dedicación de Ferrolterra, definida por un monocultivo industrial, y lo hace con un método un tanto expeditivo: para acabar con el monocultivo, acaba con el cultivo y no queda siquiera el mono.
El problema de la demanda de buques es hoy, sin duda, el problema de la, voluntad del gobernante (y de sus compromisos internacionales, CEE por ejemplo). Naturalmente que se van a encargar barcos en el mundo, y cada vez más, hasta recuperar niveles semejantes a los de los setenta. Se trata, pues, de saber, de decidir quién los va a hacer. Con el diseño reconvertidor del INI puede llegar la situación en que hayamos de comprar barcos a los alemanes, por ejemplo, para cubrir las necesidades de la flota española.
Se cierra el mejor astillero, Astano, en aplicación de una táctica antigua, burda y poco ética: dividir al enemigo. El INI pretende imponer su plan contra todos -casi todos-, sindicatos que representan al 75% de los trabajadores, el conjunto de los mismos, sin duda; los Gobiernos autónomos de Galicia y Euskadi, y muchos otros sectores. Ls sociedad gallega lo ha expresado con claridad y repetidamente. Ya sin pararnos en las irregularidades y manifiestas conculcaciones de la legalídad que dieron pie a diversos recursos, hay que señalar la verdad.de un castigo básicamente para Galicia, que pierde dos astilleros, los mejores en su género. Y no se realizan auditorías técnicas porque eso impediría justificar los cierres de Ascon en Vigo y de Astano en El Ferro¡. Con ello la ría de El Ferrol está proscrita para la construcción naval.
Y el ministro Solchaga dice además que "es muy dificil reindustrializar El Ferrol, por tres razones: por su localización, por la tradición industrial y por la mentalidad de sus gentes" (sic).El almirante inglés Pitt dijo que si tuvieran El Ferrol lo rodearían de plata. La evolución rodeó a El Ferrol de muelles de gradas, de diques, de grúas, de astilleros; para eso no hubo problemas de localización; cabe suponer que muy al contrario. De la tradición industrial no puede derivarse un problema ¿o sí? ¿Y qué decir de la mentalidad de sus gentes? Ya sabemos que puede haber persecución de judíos -o de gallegos- en un sistema democrático.
El plan del Instituto Nacional de Industria (INI) navega en presunta avalancha sobre tópicos, mentiras y pintorescos inventos. Un gobernador civil, madrileño, decía que los obreros de Astano tienen donde comer. ¡Pero éstos se piensan que criamos vacas en el cuarto de baño de los pisos de cooperativa! Para algunos se trata de "un astillero que hay en el Noroeste", una especie de invención reciente, capricho hijo de la época franquista. ¡Sin admitir aprendices desde el año 1976, Astano ocupa hoy ya la cuarta generación de obreros!.
Decretazos y acuerdos con firmas que no representan nada, pero cumplen su cometido. Y luego las cartas del terror (3.414) metidas en casa con las postales de Navidad; o escoges ahora esto, o el despido sin más, pero tu fábrica deja de existir.
El extraño referéndum está en marcha. O parados de lujo, como gusta de decir Solchaga, o despedidos sin más; esa es la disyuntiva aparente. Pero la real es otra: o parados (aunque sea de lujo), o defendiendo la fábrica, o defendiendo el monocultivo, el único cultivo de El Ferrol.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.