Por cada 100.000 habitantes habrá un colegio para integración de deficientes

La integración de niños deficientes en el sistema escolar ordinario s iniciará el próximo curso en los colegios que seleccione el Ministerio de Educación y Ciencia mediante una convocatoria que, previsiblemente, se publicará en marzo. Inicialmente, se ha previsto que funcione un centro de integración por cada 100.000 habitantes, aunque este criterio se flexibilizará en las zonas de población dispersa.

En los centros que resulten seleccionados la integración Se llevará a cabo progresivamente a partir del curso 1985-1986, durante el cual sólo se podrán incorporar dos alumnos deficientes como máximo por cada unidad de preescolar y de primer curso de EGB autorizadas. El proceso se culminará al cabo de ocho años.La citada convocatoria y el reglamento para el funcionamiento de estos centros serán publicados en la primavera próxima, una vez que el Consejo de Ministros de su aprobación al proyecto de real decreto sobre nueva ordenación de la educación especial, que el departamento de Educación y Ciencia tiene casi ultimado en estos momentos. A la misma podrán acuclir todos los centros escolares públicos -y probablemente también los subvencionados al 100%- cuyos claustros y asociaciones de padres acepten expresamente la experiencia.

La puesta en marcha de este proceso progresivo de integración escolar de los deficientes "no va a implicar ni la supresión de las actuales experiencias de integración de deficientes que ya se están llevando a cabo ni la desaparición de los puestos de educación especial, específica, que siguen siendo necesarios", según manifestó ayer a este periódico un portavoz ministerial.

Aunque los criterios últimos sobre determinados aspectos del reglamento de los futuros centros de integración no están concretados del todo, se prevé que, aparte del personal de apoyo que compondrá los equipos multiprofesionales con que se dotará a estos centros, las unidades en las que se integren alumnos con deficiencias tendrán una ratio de 28 alumnos por profesor.

En cuanto al tipo de deficiencias que son susceptibles de integración, el criterio inicial de la Administración es de la máxima flexibilidad. En opinión de los expertos ministeriales, es la familia del niño la que debe valorar los objetivos de la integración de sus chijos deficientes en una escuela ordinaria.

El hecho de que la integración se inicie ya en el nivel de preescolar va a facilitar considerablemente las cosas, pues el padre aparte de su propia observación personal, contará con todos los apoyos técnicos y humanos para determinar en cada momento si vale la pena proseguir con la experiencia o procede recurrir a un centro específico para la educación de su hijo.

No obstante, dichos expertos creen que las deficiencias motóricas (parálisis cerebrales, espína bífida, etcétera) y sensoriales (sordos, ciegos, amblíopes), así como la inmensa mayoría de los casos de coeficiente intelectual límite pueden beneficiarse plenamente de un régimen de educación integrada.