_
_
_
_
Entrevista:

Maurizio Scaparro: "Quiero que la gente se reconozca en la nariz de mi Cyrano"

Jacinto Antón

Dotado de una desbordante expresividad latina y de un contagioso entusiasmo por el universo de la escena, el italiano Maurizio Scaparro, director del Teatro de Roma y autor de una trilogía sobre el Quijote -teatro, cine y televisión-, se encuentra actualmente en Barcelona para dar los últimos retoques a su Cyrano de Bergerac, que presentará en versión catalana la compañía de Josep Maria Flotats. Scaparro, considera que una de las claves del éxito de su montaje sobre la obra de Rostand estriba en la nariz del protagonista.

No es una boutade, sino una reflexión sobre el significado de ese desmesurado apéndice facial que condiciona toda la existencia del fanfarrón y rómantico soldadopoeta y sin el cual no se concibe el drama de Rostand. Como la deformidad de Ricardo III o la gordura de Falstaff, la nariz de Cyrano, y por tanto su representacion plástica, es un elemento esencial de todo montaje de la obra. "La tradición teatral francesa ha representado siempre a Cyrano con una nariz delgada y rematada por una bola, una caracterización clownesca; mi Cyrano, contrariamente, tiene una nariz posible, trágicamente humana. La gente puede reconocerse en esa nariz y aproximarse al mal de vivre del personaje sentirlo y reconocerlo como el suyo propio. Ése es uno de los secretos del éxito de mi Cyrano".Scaparro se apasiona al hablar, realiza gestos amplios, se levanta, representa. De él emana una fascinación que no es sino el eco de la que el propio director parece sentir por el teatro. Así, cuando en un momento determinado se refiere a su montaje de Ricardo II, Scaparro, en pie, simula ser el propio rey trágicamente desposeído e inter preta una escena del acto primero de ese drama "de poder y locura", en que el monarca se asombra de que su rival por la corona se quite el sombrero ante una vendedora de ostras.

El Cyrano de Bergerac de Scaparro, estrenado en 1978 en Italia con Pino Micol -protagonista de las tres versiones de Don Quijote- en el principal papel y presentado posteriormente en París, entroniza al personaje como "héroe de la utopía" y se basa no sólo en la criatura literaria de Rostand sino en el Cyrano histórico, el autor de Voyage dans la lune, el comediógrafo fusilado por Moliére y antecesor del corrosivo Swift. El montaje de Barcelona se realiza a instancias de Flotats, que interpretará el personaje central de la obra. "Flotats vino a verme a Roma, en principio íbamos a hacer el Cyrano en francés, en París. Luego, me pidió que lo hicieramos en Barcelona y en catalán. Yo acepté, pese a que, indudablemente, no es lo mismo, porque pienso que él puede ser un magnífico Cyrano y porque considero que el teatro se hace fundamentalmente para el público y no por razones de prestigio".

El director italiano no cesa de alabar la iniciativa del actor catalán y su labor en el montaje, sobre todo en lo referente a la dicción y a la recitación del verso. Los numerosos compromisos profesionales a los que debe hacer frente Scaparro -su proyecto inminente consiste en montar en Los Ángeles y con actores norteamericanos su último trabajo, La venexiana, una pieza del Cinquecento- han motivado que éste haya llevado a cabo una dirección casi invisible.

Campeones de la utopía

La pasión del director se desborda a veces, como cuando habla sobre el personaje de Cyrano y considera que "su mezcla de sentimiento y anarquismo, su deseo de alcanzar la Luna, lo aproximan a los catalanes, esos campeones de la utopía" -aunque luego añade que los italianos "también somos un poco así"-, o cuando teoriza sobre la mediterraneidad.

Para Maurizio Scaparro, "los mediterráneos tenemos una forma propia de entender el teatro, tenemos grandes actores, pero también una vitalidad creativa que emana del pueblo y que se materializa en la plaza. Esos dos elementos, teatro tradicional y plaza, son complementarios". No en balde Scaparro dirigió la sección teatral de la Bienal de Venecia durante el período 1979-83 y llevó a cabo en la serenísima ciudad los Carnavales del Teatro, una experiencia festiva en la que contactó con el grupo catalán Els Comediants, que aparecen en su Don Quijote fílmico.

Sobre esa magna obra habló Scaparro echando mano de su bagaje teórico, en el que se mezclan, entre otros, Foucault, Bachtin y Barthes. "A través de medios distintos he querido aproximarme a ese yacimiento cultural inagotable que es el texto de Cervantes. Sé que no constituirá una visión completa sino una serie de fragmentos, pero me gusta trabajar así", dijo Scaparro. TVE ha comprado el Don Quijote televisivo.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_