Pujol afirma que Cataluña está superando la crisis, con una global y gradual recuperación

En Cataluña hay una "global y gradual recuperación económico, según afirmó ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en su tradicional mensaje de Fin de Año a los catalanes, transmitido a través de las emisoras catalanas de radio y televisión. Pujol aseguró que la actual crisis "está pasando" y que "en 1985 continuará la recuperación". Pidió a los diferentes sectores sociales que trabajasen por la modernización del país y estimularan sus iniciativas propias para evitar cualquier retroceso. El mensaje presidencial incluyó la advertencia de que no hay que limitarse a esperar de la Administración central la solución de los problemas. "Los catalanes también empezaremos a retroceder", especificó Pujol, "el día que pensemos que la culpa de nuestras dificultades la tienen sólo los de fuera, y en primer lugar la Administración central". El canto a la esperanza del presidente de la Generalitat, con especial atención a los jóvenes, se basó en la existencia de esa recuperación global de Cataluña. "Porque a título personal", precisó Pujol, "tendría motivos para quejarme".

El presidente inició su mensaje con el convencimiento de que el vaticinio hecho doce meses atrás, cuando pronosticó que 1984 sería mejor que 1983, se había cumplido. Y auguró que 1985 será mejor que 1984, porque se está apreciando esa global recuperación y los instrumentos para superar las dificultades "se están utilizando bastante bien".Pujol basó su esperanza en los signos de recuperación económica que existen en la mayor parte de los países europeos, América, Japón y todo el Extremo Oriente. Las razones para esta confianza las justificó diciendo que la recuperación económica se está produciendo más en aquellos países que tienen una industria de tamaño medio, un turismo fuerte, una agricultura que progresa y una buena situación geoeconómica, que en los lugares cuya economía se basa en la industria pesada, los productos de base o los grandes monocultivos.

El presidente de la Generalitat indicó que su discurso no debía ser entendido como fruto de un optimismo protocolario o de la incomprensión de los problemas reales y concretos de las personas. "Ya sé que para mucha gente el año que acaba no ha sido bueno, gente que no tiene trabajo", dijo. Para precisar a continuación: "Lo sé, tanto lo sé, que yo mismo, a título personal, tendría motivos para quejarme".

Modernizar el país

El titular de la Generalitat remarcó, sin embargo, que pese a la recuperación gradual que se espera para el próximo año 1985, "el paro no retrocederá inmediatamente". "Sobre esto no os puedo engañar", dijo Pujol, "y ya hace tiempo que insisto en que sólo más adelante, en una segunda etapa, la recuperación económica producirá una reabsorción del paro".Pujol invitó a los catalanes a una doble tarea: la de modernizar el país y la de "reforzar nuestra manera de hacer basada en la iniciativa y en el propio esfuerzo".

"La aparición de una Administración catalana y de un poder público catalán son hechos trascendentales e históricamente decisivos", afirmó. "Pero resultaría muy contraproducente", aclaró, "que la sociedad catalana pensara que ésto la exime de continuar haciendo el esfuerzo que siempre ha realizado, que decidiera convertirse en un pueblo burocratizado y dependiente en todo de la Administración".

El presidente Pujol se refirió entonces a los posibles peligros de retroceso: "Si los empresarios pensaran más en las subvenciones que en la innovación de sus empresas y en su competitividad, si los ayuntamientos pensaran más en facilidades extraordinarias que no en crear las condiciones favorables para la actividad económica en su territorio o si los hombres del campo pensaran más en unas defensas arancelarias que en la reconversión de los cultivos, nuestras posibilidades de construir el país descenderían verticalmente".

Pujol dedicó un apartado de su discurso a los jóvenes, expresando su convencimiento de que la crisis pasará y de que éstos tienen un futuro. Advirtió que la nueva sociedad que se insinúa para después de esta crisis será más compleja, más tecnificada, para gente muy bien preparada. "Si ahora pasan, dentro de unos años, no, muchos, la nueva sociedad les ofrecerá posibilidades que no podran aprovechar porque no estarán preparados", concluyó.