El origen de las perturbaciones

Las causas de las perturbaciones del espectro radioeléctrico hay que buscarlas en primer lugar en el aumento de la demanda de utilización del mismo por organismos estatales, pero fundamentalmente por el sector privado. El estado de congestión del espectro en ciertas áreas del territorio, sobre todo en las bandas 68-87 Mhz, 146-174 Mhz y 400-470 Mhz, se debe también a que no ha sido ordenada su utilización en una época en que las necesidades de frecuencias eran escasas. Las pequeñas redes de particulares que coinciden con servicios móviles son las que suponen un mayor consumo del espectro y, también, las que mayores interferencias producen.La mala salida de los equipos que no cumplen las especificaciones reglamentarias, equipos que funcionan mal o que emiten a mayor potencia de la que le han asignado pueden ser, por ejemplo, las causas de las interferencias que se producen en las emisiones de radio y televisión. En el caso de la radiodifusión la disposición de las antenas puede aumentar por 10 la potencia de emisión (esto sucede en la actualidad con las emisoras estatales que emiten desde Torrespaña, según fuentes técnicas próximas a RTVE).

El mal ajuste de un equipo (existen frecuentes deficiencias en equipos de radioaficionados o los que se utilizan en determinadas bandas ciudadanas) puede interferir no sólo la recepción de señales domésticas destinadas al ocio o a la cultura sino también puede perturbar los sistema de radionavegación aérea.

Producen serios problemas en el espectro, por otra parte, los equipos no homologados, que han sido importados, como determinados teléfonos inalámbricos. En otras ocasiones son los propios receptores -caso de determinados aparatos de radio- que no tienen la calidad adecuada y producen intermodulaciones (repetición de la misma emisora en varias frecuencias). Existe de esta forma una falta de selectividad en los receptores que se ve agravada por la saturación de emisiones (caso de las FM, sobre todo en Madrid y Barcelona). Se llega así a un bloqueo, a una desensibilización de los receptores domésticos.