_
_
_
_
Reportaje:

Circular por el espectro radioeléctrico, una dramática aventura

El aumento de la demanda y la falta de control producen graves interferencias en el tráfico de señales

Hasta hace pocos años, los ciudadanos españoles no se habían percatado de las posibilidades que ofrecían los medios de radiocomunicación en general, y no sólo los referidos a las emisoras de radio, que no son ni los únicos ni los más importantes. No existían problemas de tráfico de señales y apenas era necesaria una ordenación del mismo. La avalancha de demandas de nuevos servicios y de usuarios que se produjo a partir de 1981 ha desbordado todas las previsiones, de manera que el éter, que sirve de soporte al espectro radioeléctrico, se presenta como un bien escaso que hay que saber utilizar.

Más información
El origen de las perturbaciones

Circular por el espectro radioeléctrico -medio que sirve de soporte a cualquier modo de radiodifusión, voz, imagen, telefonía, datos...- se ha convertido en una dramática aventura. En la actualidad este espectro se utiliza en España (como, en otros lugares del mundo, porque su reparto obedece a normas internacionales) para la investigación espacial y radiocomunicaciones por satélite; para las radiocomunicaciones móviles de servicios de policía, ambulancias, bomberos, taxis, transportes públicos y privados.También circulan por este medio las señales que provienen de los servicios de las redes civiles de radioenlaces tales como la telefonía, télex, datos y transporte de programas de radio y televisión; las redes militares de radiocomunicaciones fijas y móviles, radiolocalización, etcétera.

En este y el anterior apartado podrían incluirse los servicios de telefonía por radioteléfono que son explotados en España por la Compañía Telefónica Nacional. Se calcula que para finales de esta década existirán cerca de 10.000 vehículos privados dotados de un equipo de telefonía móvil y para 1990 esta cifra se habrá duplicado. Dado el elevado precio de los teléfonos instalados en los automóviles y las dificultades técnicas añadidas, hasta ahora sólo los usuarios del teléfono en Madrid y Barcelona pueden disfrutar de este servicio. Próximamente se extenderá a otras partes de la periferia turística y de la zona centro.

El precio de los equipos -tanto receptores como emisores- o, en su caso, el alquiler de los mismos, es un obstáculo para la mayor difusión de las radiocomunicaciones. Actualmente Telefónica cobra 165.000 pesetas por la instalación más una cuota mensual por el alquiler que asciende a 15.000 pesetas. Si se liberalizaran estos servicios se calcula que costaría todo el equipo 300.000 pesetas. Bastante menos dinero cuesta en la actualidad montar una emisora de Frecuencia Modulada. Según opiniones de ingenieros, una estación pirata de FM que sólo tenga emisor y no receptor, puede costar cerca de 100.000 pesetas.

Las señales más populares -si es que se pudiera observar el espectro con una especie de rayos X- serían, sin duda, las que provienen de las estaciones de radiodifusión y televisión, aunque, hablando en términos de ocupación del espectro, apenas alcanzan el 30% mientras que los servicios móviles, tanto públicos como privados, ocupan el 70%. Puede hacerse, a la vista de estos datos, una primera observación: los ruidos y perturbaciones del espectro podrían provenir mayoritariamente de la mala utilización de estos servicios móviles mayoritarios frente a los servicios fijos.

No menos importancia tienen las radiocomunicaciones al servicio de la localización de barcos en alta mar y en general la llamada radionavegación que permite mantener el contacto en todo momento tanto de los barcos entre sí como de estos con las bases terrestres. En este mismo capítulo de radiocomunicaciones móviles se debe hacer referencia a la radionavegación aeronáutica. La radio es esencial para el control del tráfico aéreo. Algunas emisoras de radio han sido expedientadas por perturbar precisamente señales de intercomunicación al servicio de la radionavegación aérea.

Quedarían por reseñar otros aspectos de la utilización del espectro tales como la aplicación de la radio a la meteorología, telemando, telemedida y todo el amplio campo de los radioaficionados y usuarios de la llamada banda ciudadana.

Toda esta gama de radiocomunicaciones es posible, según ha explicado a EL PAIS Valeriano Martín Manrique, ingeniero de Telecomunicación, gracias a la capacidad de respuesta del espacio a toda radiación electromagnética permitiendo la propagación de ésta en la frecuencia del aparato, equipo o estación emisores que producen dicha radiación. "El espectro radioeléctrico es el conjunto de las frecuencias que son precisas para el establecimiento de las radiocomunicaciones. Su utilización se destina, junto con otros medios de telecomunicación a atender las necesidades de comunicación requeridas en forma creciente para facilitar una diversidad de funciones, actividades y prestaciones".

Para Martín Manrique la dispersión de competencias existentes han impedido el necesario tratamiento global de los problemas de utilización de este espectro. "No se ha advertido, por ejemplo, que una estación al servicio de radiodifusión, por su potencia y ubicación puede desensibilizar y, por consiguiente, bloquear la recepción de un repetidor de una red de servicio móvil próximo. A estos y otros casos de interferencias es necesario poner remedio urgentemente".

Bandas congestionadas

Las bandas no planificadas ni canalizadas del espectro son las más congestionadas y amenazan con un colapso total de las radiocomunicaciones, sobre todo móviles. La banda de 30 a 47 Mhz se utiliza principalmente para enlaces de telemando de pequeña potencia dentro de naves industriales. También para buscapersonas en el recinto de edificios. Es una banda que se utiliza ventajosamente para comunicaciones móviles -empresas eléctricas en la mitad norte de España- y en el medio rural.

En la banda de 68 a 87,5 Mhz se implantaron las primeras redes de radiocomunicación móvil que fue empleada de forma regular principalmente por las fuerzas de seguridad y organismos de la Administración como Obras Públicas, Icona, Cruz Roja y compañías eléctricas. Son de amplia cobertura y utilizan repetidores.

La banda de 146 a 174 Mhz está atribuida a servicios fijos y móviles, así como al servicio de radionavegación por satélite (de 149.9 a 150,05 Mhz. Contó entre los primeros usuarios con organismos oficiales y ayuntamientos, cooperativas de taxis, ambulancias y otros servicios móviles. En general se utiliza para actividades urbanas. La demanda de esta banda ha aumentado extraordinariamente en los últimos tiempos para uso de particulares. En Madrid y Barcelona la situación de esta banda es de casi total congestión. En parecidas condiciones se encuentra la utilización de la banda de 400 a 470 Mhz atribuida a los servicios fijos y móviles.

Técnicos responsables de la Administración de las telecomunicaciones han reconocido que la selección de frecuencias para las pequeñas redes de particulares -grúas, reparto de mercancías, pequeñas cooperativas de taxis, actividades agrícolas...-, que son las que en conjunto mayor consumo de espectro suponen, no se realiza con la calidad debida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_