_
_
_
_

El Gobierno italiano aprueba el decreto contra la evasión fiscal

Juan Arias

El ministro de Hacienda, el republicano y testarudo Bruno Visentini, ha ganado su batalla contra la evasión fiscal de los comerciantes y profesionales. Desde el miércoles por la mañana su discutidisíma ley es decreto del Estado aprobado por el Gobierno presidido por el socialista Bettino Craxi, que ha dado desde el primer momento su pleno apoyo a Visentini.La batalla ha sido dura desde el primer momento y ha arreciado sobre todo en las últimas horas. Y no será fácil ahora su camino parlamentario, ya que desde este momento el Parlamento tiene dos meses de tiempo para convertir el decreto, ya en vigor, en verdadera ley del Estado.

Sin embargo, cuenta desde ahora con un respaldo importante y de algún modo decisivo: el de los comunistas, que están dispuestos a abstenerse para que el decreto pase. La oposición, en efecto, aunque hubiese deseado una ley aun más completa que le metiese el diente también a "las grandes fortunas", considera que la nueva ley rinde por fin justicia a una de las situaciones más increíbles de evasión fiscal de este país, como es la de los comerciantes y profesionales que han declarado en estos años una media de 600.000 pesetas de renta bruta anual.

Sin embargo, el parto de la nueva reforma fiscal Visentini no ha sido fácil. Los diarios han usado la terminología médica y vaticana para explicar lo que acaba de suceder. Recordando los famosos cónclaves del Vaticano, el diario La Repubblica tituló a toda página: "Para Visentini, fumata bianca" (refiriéndose al humo blanco que sale de la chimenea de la capilla Sixtina cuando acaba de ser elegido un nuevo Papa. Y otro diario del Norte escribió en latín: "Habemus legem", refiriéndose al anuncio que se da desde el balcón de la plaza de San Pedro, acabado el cónclave: "Habemus Papam".

Otros han preferido la terminología clínica y escriben que el decreto-ley "nació de noche" y que perdió por el camino a uno de "sus progenitores políticos". Se refería al hecho que el Partido Socialdemócrata, cuyo secretario general, Pietro Longo, meses atrás, había sido echado del Gobierno como ministro por haber resultado implicado en la P-2, había sido el gran enemigo de la reforma Visentino y con motivaciones poco limpias.

La mayor sorpresa en la aprobación del decreto ha sido la Democracia Cristiana, como han indicado muchos observadores. También aquí se ha visto la mano del nuevo grupo dirigente, capitaneado por el secretario Ciriaco de Mita, que en su intención de renovar el partido ha querido dar prueba de ello en una cuestión tan vital como es el enfrentamiento con el gran mundo del comercio, del que cuenta con casi el 40% de los electores.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_