París-Moscú: cambio de clima

Olvidada Polonia, olvidado Afganistán, terminada la cura de desintoxicación que la izquierda en el poder había prescrito a las relaciones franco-soviéticas tras el viaje del presidente de la república a la URSS en junio último, una.corriente de aire cálido sopla entre París y Moscú. Mitterrand se felicitó de ello en la televisión. Este cambio de clima obedece, según el jefe de Estado, a la firmeza que demostró en el asunto de los euromisiles, al sostener públicamente el despliegue de los cohetes Pershing 2 y de los misiles de crucero. Los soviéticos han comprendido que Francia debía ser tomada en serio de nuevo, agregó. ( ... )Más allá del motivo invocado por el jefe de Estado, la razón principal reside, evidentemente, en las relaciones cordiales entre Washington y Moscú. Mitterrand no quiere dejar a los americanos el monopolio de la reapertura al Este,particularmente en lo que se refiere a las negociaciones sobre el control de armamentos, y, sobre todo, respecto a un elemento que preocupa al Elíseo: Ias armas nucleares.

París teme, en efecto, como Londres, y así se lo ha indicado la señora Thatcher a Gorbachov, el número dos soviético, que la elección por EE UU de un sistema de defensa continental basado en esas armas haga caducas las fuerzas francesas y británicas de disuasión, pese a las protestas de fidelidad actuales de Washington. ( ... ) . .

19 de diciembre