España y la cerraron esta madrugada los capítulos de desarme arancelario, siderurgia e instituciones
España y la Comunidad Económica Europea (CEE) cerraron esta madrugada tres capítulos de la negociación de adhesión -aranceles industriales, siderurgia e instituciones-, resultado que contrasta con las duras posiciones presentadas ayer por los diez a España en vino y pesca, al levantar Grecia su reserva sobre estos temas. Los aranceles españoles frente a la Comunidad se verán reducidos en un 52,5 % en tres años (el resto, en cuatro años más), habiéndose eliminado un trato especial para los llamados altos aranceles, y abriendo mayores contigentes arancelarios para los coches. El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, consideró estos resultados de "altamente satisfactorios". De hecho, en los últimos nueve meses no se había cerrado nada.
El acuerdo se logró a la 1.30 de hoy tras 15 horas de reuniones, idas y venidas y mediación entre los diez y España del vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los asuntos industriales Etienne Davignon, que abandona su cargo a final de año.
En aranceles, se reabrió el supuesto acuerdo consolidado en noviembre entre España y 9 paises y se llegó a otro resultado. Ya no hay reducción acelerada para los mas altos, sino un desarme general en 7 años, y 8 tramos: 10%, 12,5% dos tramos de 15%, otros tres de 12,5%, más uno final de 10%. "Este desarme es conforme al principio deseado por España de ser más lento al principio que al final", dijo Fernando Morán, añadiendo que éste afecta a un 40% del producto nacional bruto español. España ha aceptado, sin embargo, ir hasta un 52,5% en tres años, cuando antes no quería superar el 50%.
Contingentes de automóviles
En cuanto a los automóviles, se fijan unos contigentes arancelarios, con un arancel del 17,4% durante tres años a razón, respectivamente, de 32.000, 36.000 y 40.000 unidades (con garantías para el Reino Unido e Italia), concentrándose el efecto en los automóviles con cilindrada entre 1.275 y 2.600 cc. Es algo más de lo que inicialmentepreveía la parte española. Este contingente desaparecerá al cuarto año al coincidir el desarme general con el nivel de este contigente.
Para Fernando Morán este tema se puede cerrar por su méritos propios si se logra un buen acuerdo. Lejos ha quedado pues la noción de "equilibrio, reciprocidad y globalidad". Según observadores cualificados, existe sin embargo, cierto peligro de cerrar esta cuestión arancelaria sin garantía de ingreso en la CEE, ya que, en caso de fracaso del proceso podria servir de base para renegociar el acuerdo comercial hispano-comunitario de 1970.
Morán considero que de no culminar, por culpa comunitaria, el proceso de adhesión a la Comunidad, la CEE "no tendría la fuerza moral" de renegociar el acuerdo del 70. Cabe recordar, sin embargo, que la amenaza de renegociación de este acuerdo favorable a la industria española se planteó en la CEE dos años en plenas negociaciones de adhesión.
En cuanto a la siderurgia, el acuerdo prevé un período transitorio de 3 años como máximo (menos si la reestricturación española se acaba antes), durante el cual se podrían mantener ayudas nacionales en España, con restricciones a la exportación hacia la CEE hasta un total de 857.000 toneladas (en 1984 ha sido de 757.000 toneladas), base que podría aumentar una vez que España ingrese en la CEE. "Es un salto cualtitativo importante", señaló Morán, "y el resultado permite la continuación de los planes de reconversión en España que no pueden quedar bloqueados por la Comunidad Económica Europea".
Esto queda plasmado en un protocolo por el cual se permite a España una capacidad de producción de 18 millones de toneladas de laminados en caliente. Desde la adhesión, España participará plenamente en la definición de la política siderúrgica de la CEE.
En materia institucional, España logra dos comisarios y 60 escaños en el Parlamento Europeo (pedía 65 y la CEE ofrecía 58), 21 representantes en el Comité Económico y Social, y 8 votos en el Consejo lo que nos consagra como 1'pais intermedio". En cuanto al Banco Europeo de Inversiones, España tendrá que compartir con Portugal (en proporción de 2 a 1) una vicepresidencia rotativa, aunque este tema fue aceptado por Morán "ad referendum".
Tratado de adhesión
Morán anunció que a partir de enero comenzarán las reuniones hispano-comunitarias para redactar el tratado de adhesión. "El proposito es tener terminados los temas para la cumbre de marzo, en la que se debería resolver la cláusula suspensiva griega y proceder a la ratificación".
Grecia ayer levantó al fin sus reservas en pesca y en vino, presentando, pues, la CEE unas posturas que distan mucho de las aceptables para España. La delegación griega insistió en que no ratificaría el ingreso de los países ibéricos sin un acuerdo satisfactorio en los programas integrados mediterráneos.
En pesca, la postura es la ya conocida: 10 años, reducibles a ocho o ampliables a 15 (sin que España pueda vetarlo) de período transitorio para la pesca española en aguas de los diez, con licencias y sobre la base de la actividad concedida en 1984.
En cuanto al vino, cae la amenaza, no detallada aún, de penalizar nuestras exportaciones hacía los diez con montantes compensatorios y aplicar además mecanismos especiales para la vigilancia de estos intercambios. Por lo demás, el clarete debe desaparecer en España en cuatro años -pasado este tiempo se prohíbe la venta de mezclas de blancos y tintos-, y no puede exportarse vino tinto español para mezclar con el comunitario. El british sherry y el irish sherry conservarán su nombre aunque vaya en contra de los intereses del jerez, y se plantean otras patadas en la espinilla del vino español * Para limitar potencial vinícola español se insiste, por ejemplo, en los límites al regadío y al enriquecimiento del caldo.
En agricultura, las posiciones respectivas no han variado, y, según Morán, "aparece en el horizonte brumoso de este clima" la idea de negociar en un paquete agricultura y pesca conjuntamente en la sesión de enero. Lorenzo Natafi, vicepresidente de la comisión encargado de la ampliación, pidió a los diez "verdadera flexibilidad" para negociar. España, tras contactos con Lorenzo Natafi, quería volver anoche sobre la cuestión agrícola. Para enero quedan también relegados los asuntos sociales, dada la intransigencia alemana occidental en materia de equiparación de las prestaciones familiares y otros temas, como el período transitorio de 10 años que pide Luxemburgo.
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