El juez investiga si el dueño del Gure Etxea actuó en defensa propia al matar a un atracador

Antonio García Paredes, titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, declaró ayer que ha dictado auto de prisión provisional contra Ignacio Loinaz, propietario del restaurante Gure Etxea, que en la madrugada del pasado domingo mató de un disparo a un atracador, "porque aún no puede determinarse si su actuación puede considerarse como legítima defensa". "Se ha producido una muerte y es preciso investigar con detalle las circunstancias de los hechos", explicó el juez.

García Paredes no quiso informar acerca de las características de la herida que produjo la muerte del delincuente José Luis Díaz Padrino, una de las claves del caso. El juez añadió que "en pocos días" decidirá si hay lugar o no para ordenar el procesamiento de Ignacio Loinaz.Fuentes no oficiales precisaron que el juez ha tomado este asunto con sumo interés. Inmediatamente después de ser informado de los hechos, García Paredes se presenté en el hospital Clínico y reconoció el cadáver del delincuente, deteniéndose en particular en tratar establecer cual era el orificio de entrada del proyectit. Luego fue al restaurante a reconstruir los hechos.

Ignacio Loinaz efectuó tres disparos contra Díaz Padrino, de 20 años, al que alcanzó uno de los proyectiles. Su cadáver presenta dos orificios: uno en la cara anterior del hemitárax derecho, cuarto espacio intercostal, y otro en el octavo espacio intercostal izquierdo posterior. Sin embargo, todas las fuentes consultadas mantienen absoluta reserva sobre si la bala penetró en el cuerpo por delante o por detrás.

El propietario del restaurante permanecía ayer en una sala de la sección de cardiología del hospital Clínico donde le visitó el juez para tomarle declaración. Dos policías nacionales están apostados de forma permanente en la puerta de la habitación. En el transcursodel atraco, Loinaz, de 64 años, fue herido de un pinchazo en la región pectoral izquierda, lesión calificada de pronóstico reservado. Hace unos años Loinaz sufrió una operación de corazón y ésa es la razón de su internamiento en un centro hospitalario.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía manifestó, por su parte, que "fueron tres los individuos que penetraron en el local, armados con una escopeta recortada, una pistola y un estilete". "Al propietario del restaurante, que tenía licencia del arma que usó, una Astra del calibre 38 que llevaba entre sus ropas, le colocaron un estilete en el pecho y resultó herido", prosiguió.

La misma fuente señaló que Loinaz pasé las horas siguientes al suceso en la comisaría de La Latina, donde se instruyeron diligencias, y que en la mañana del domingo fue trasladado por funcionarios policiales a los juzgados de la plaza de Castilla, donde quedó a disposición de García Paredes, juez de guardia ese día. El juez ordenó su ingreso en el Hospital General Penitenciario de Carabanchel, desde donde luego fue trasladado al hospital Clínico al agravarse su estado de salud.

Jaime Miralles Álvarez, abogado defensor de Ignacio Loinaz, se limitó a manifestar que espera su pronta libertad.