La gasolina subirá de precio para no disminuir en 40.000 millones la recaudación fiscal

Los precios de los carburantes subirán previsiblemente antes de un mes en torno a un 8% como media, incluyendo una modificación de su estructura actual, que penalizará algunos productos ahora subvencionados, según señalaron fuentes solventes relacionadas con la cuestión. Ello se producirá para que Hacienda no deje de recaudar unos 40.000 millones de pesetas en 1985, de acuerdo con el dato estimativo ofrecido ayer Ceferino Argüello, delegado del Gobierno en la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos, SA (Campsa), quien ofreció esa cifra de pérdidas eventuales -que se producirían si se mantuvieran. los actuales precios- al presentar la memoria 1983 del mencionado organismo.

La pérdida de ingresos por fiscalidad en los productos petrolíferos se debe, fundamentalmente, a la revalorización del dólar en el último año, que ha producido una desviación a la baja en las expectativas de recaudación fiscal, sobre lo previsto en los Presupuestos del Estado. La situación se agravaría si los precios de los carburantes se mantienen, según los técnicos de la delegación de Hacienda en la compañía arrendataria.Para los mismos técnicos, la fiscalidad de las gasolinas es, en España, la más baja de Europa. De hecho, Hacienda recaudaría 250.000 millones de pesetas más al año en concepto de fiscalidad de gasolinas, si la presión fiscal fuera equivalente a la de los países europeos.

Los cálculos de la última subida de los carburantes se hicieron sobre la base de una cotización media del dólar de 156 pesetas, con un coste de importación del barril del petróleo de 28,33 dólares. Estas dos variables han cambiado y ahora los nuevos cálculos se cifran en tomo a un dólar a 164,50 pesetas y un precio de barril de crudo de 28 dólares.

Según los expertos de Hacienda, por cada peseta que se modifica el dólar los ingresos fiscales varían en unos 5.500 millones de pesetas. y por cada dólar que sube/baja el crudo, la modificación es de 35.000 millones.

Pérdidas en fiscalidad

En función a estos cálculos, las pérdidas estimadas en fiscalidad se sitúan en tomo a los 40.000 millones, en la hipótesis de que no se produzcan modificaciones en la estructura de tarifas de los derivados del petróleo.

Según algunas fuentes, este no es el caso, ya que está previsto que los precios de los productos carburantes se modifiquen, en Consejo de Ministros, presumiblemente en la primera quincena de enero. El retraso que se está produciendo en la anunciada subida de los precios de los derivados del petroleo va en función de la incertidumbre que ofrece estos días el mercado mundial del petróleo. La OPEP tiene previsto reunirse el próximo día 19 de diciembre en Ginebra para decidir sus precios para 1985, en un momento en que el mercado libre se bate a la baja.

Con todo, la memoria de la delegación de Campsa durante 1983 indica que Hacienda incrementó notablemente sus ingresos fiscales en el ejercicio, hasta contabilizar un total de 340.570 millones de pesetas, frente a los 256.000 millones de 1982.

Según la delegación del Gobierno en Campsa, este aumento de ingresos no significa un aumento de la presión fiscal en las gasolinas sino que se debió a la pérdida de ingresos en el ejercicio de 1982, por motivos electorales.

Otras razones apuntadas por expertos independientes que justificarían los mayores ingresos es la caída de los consumos en los productos derivados que, anteriormente, estaban menos penalizados fiscalmente, como es el caso de los fueles y de determinados gases. Por el contrario, se ha producido un aumento en los consumos de las gasolinas, productos con una carga fiscal superior.