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"Pensé que no tenía nada que perder"

, "Cuando supe que iban a matarme, reaccioné instintivamente, repitiéndome que no tenía nada que perder". El paquistaní Dil Dar, de 28 años, que consiguió huir en la tarde de ayer, cuando los secuestradores del avión kuwaití le apuntaban ya a la cabeza para asesinarle, estaba todavía bajo una fuerte emoción cuando conversó con los periodistas en el aeropuerto de Teherán, poco antes de embarcar en un vuelo especial rumbo a Karachi.

"Los secuestradores nos habían anunciado que liberarían a 10 pasajeros cada día. Yo encabezaba la lista, junto a mi primo, desde el miércoles. Cuando vinieron a buscarme yo me sentía tranquilo. Me llevaron hasta la puerta y pasé junto a un cadáver. De repente vi, aterrorizado, que me apuntaban con sus armas para matarme. Cuando estaba cerca de la puerta, me lancé hacia afuera, intentando dejarla cerrada. Corrí en zig zag mientras que ellos disparaban sobre mí. Tiraron tres veces, pero no consiguieron alcanzarme". El pasajero huido, que viajaba a Karachi (Pakistán) desde la ciudad de Sarrebruk, en la República Federal de Alemania, donde trabaja, cree que los secuestradores son cuatro, y dijo que dos parecen hermanos. "Su jefe es muy inteligente, inquieto, imprevisible, lunático", dice Jaled Bachir, otro pasajero paquistaní liberado. Bachir, preocupado porque su hermano sigue todavía a bordo del avión, explica que los liberados fueron elegidos al azar, "las caras que les caían más simpáticas".

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