Sanidad coordinara hospitales públicos del Principado

Dos de los problemas sanitarios más acuciantes y controvertidos del Principado de Asturias -la construcción de hospital comarcal de Jarrio y la coordinación de la red hospitalaria pública de la región- fueron asumidos, inesperadamente, por el ministro de Sanidad, Ernest Lluch, con motivo de su viaje a Gijón para presenciar el partido de fútbol Spórting-Barcelona, el pasado fin de semana.Lluch aseguró a las autoridades asturianas, con quien mantuvo entrevistas, que el hospital de Jarrio, en el occidente de la región, se comenzará a construir en 1985. También admitió la creación de un grupo de trabajo que elabore un proyecto de coordinación de la red hospitalaria pública, intento frustrado ya en varias ocasiones anteriores.

Hace casi un año, el propio Lluch había prometido al presidente del Gobierno regional, Pedro de Silva, afrontar de inmediato dichas cuestiones, que han ocasionado graves y constantes polémicas en la región, pero desde entonces todo fueron dilaciones y aplazamiento, agravados en algunos casos por el enfrentamiento personal que mantienen el ministro y el consejero autonómico de Sanidad, el también socialista Juan Luis Rodríguez Vigil.

En su visita relámpago a Oviedo y Gijón, Lluch intentó pasar inadvertido en todo momento y contó para ello con la celosa protección del delegado del Gobierno en Asturias, Obdulio Fernández. El ministro evitó hacer declaraciones cuando fue abordado por algunos periodistas en el aeropuerto de Asturias. No obstante, Lluch aseguró a las autoridades asturianas, con quien mantuvo entrevistas, que el hospital de Jarrio, en el occidente de la región, se comenzará a construir en 1985.

La construcción del hospital comarcal de Jarrio, localidad situada en el municipio de Coaña, es una de las principales reivindicaciones de la Administración sanitaria asturiana, tanto autonómica como periférica. Este centro sanitario, que tendrá 160 camas, estará emplazado en la zona más deprimida económicamente y peor comunicada de la región (más de tres horas de viaje hasta la capital).

La creación de este hospital sufrió constantes avatares, y hace tan sólo dos meses el Insalud central advertía claramente a la dirección provincial de este organismo en Oviedo que el centro no podría realizarse por dificultades presupuestarias. En aquella ocasión, cuando estaba ya a punto para la firma un borrador sobre la coordinación de la red hospitalaria pública, las autoridades asturianas dijeron que no suscribirían el acuerdo si el ministerio no se comprometía, paralelamente, a la realización del hospital de Jarrio.

Sin embargo, las dilaciones ya son anteriores. La pasada primavera el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, aseguró en Oviedo la viabilidad de ambas pretensiones de las autoridades del Principado, sin que desde entonces su promesa se haya traducido en resultados prácticos.

El proyecto de coordinación de toda la red hospitalaria pública existente en Asturias constituye otra de las viejas aspiraciones del consejero de Sanidad del Principado, quien ayer se mostraba satisfecho por los efectos del viaje de Ernest Lluch. La mayor dificultad estriba en la futura fusión de la ciudad sanitaria del Insalud en Oviedo -que con 1.250 camas es el centro sanitario mayor de la región- con el Hospital General de Asturias, perteneciente a la Administración autonómica. La Consejería de Sanidad aspira a eliminar la actual duplicidad de servicios con vistas a su futura integración.