Juzgado por desacato el dueño de un bar que se peleó con un juez

El Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla dejó ayer visto para sentencia el juicio contra José García Cortés, propietario del bar Marcos, acusado de desacato a la autoridad en las personas del titular del Juzgado de Instrucción número 9, Joaquín Sánchez Ugena, y del fiscal Antonio Vicente Tutor.Estas tres personas protagonizaron un incidente en el bar del primero de ellos la noche del 5 de octubre, de resultas del cual el juez Sánchez Ugena ordenó la detención del procesado, tras enzarzarse con él en una pelea.

El teniente fiscal de la Audiencia de Sevilla, Alfredo Flores, solicitó en sus conclusiones definitivas la pena de un mes y un día de arresto y una multa de 30.000 pesetas para el propietario del bar. Según la versión de la defensa, el fiscal Vicente Tutor y el juez Sánchez Ugena se encontraban tomando unas cervezas en el establecimiento cuando, al salir, uno de ellos cogió las llaves que estaban en la cerradura por dentro del bar, y se las llevó, lo que originó una discusión con insultos y una pelea entre el juez y el propietario, quien se comportó "de forma insultante". Cuando se presentó la policía, el juez hizo valer su condición y ordenó la detención de José García Cortés y su esposa.

El fiscal trató de demostrar que el manojo de llaves, causa del incidente, no estaba en la cerradura interior del establecimiento, sino sobre el mostrador, y que el fiscal Vicente Tutor lo cogió pensando que pertenecían a su acompañante, el juez Sánchez Ugena, quién, una vez comprobado que no eran suyas, las devolvió al propietario, que se dirigió hacia ellos -según declararon- "hecho una fiera y de forma insultante".

Fundamentó la acusación de desacato en una frase que al parecer, pronunció el acusado cuando el fiscal se identificó ante la presencia de un inspector de policía. Según la versión del fiscal Vicente Tutor y del juez Sánchez Ugena, el acusado dijo que se pasaba al fiscal por determinados órganos sexuales masculinos.

Las frases textuales supuestamente manifestadas, fueron reiteradamente pronunciadas en la sala tanto por el ministerio fiscal como por la defensa y algunos testigos. La defensa, a cargo del letrado Juan Abascal, aseguró que no existió desacato, puesto que el juez y el fiscal no se encontraban en el ejercicio de sus funciones.

A su propio juzgado

Algunos de los testigos de la defensa apreciaron síntomas de mareo o embriaguez en ambos, habiendo tornado dos cervazas en el bar Marcos El fiscal Vicente Tutor reconoció haber consumido en otro establecimiento un café irlandés y otra copa, quizás un combinado de ginebra. Vicente Tutor dijo haber recogido las llaves del mostrador pensando que serían las del juez, y éste último dijo que tuvo que comprobar que no era su llavero metiéndose la mano en el bolsillo.Hubo también una polémica respecto al juzgado ante el que fueron presentados los detenidos. Al parecer, el juez Sánchez Ugena, que ordenó la detención del dueño del bar y su esposa, dijo a los agentes que "ya llamaría". El caso es que al día siguiente fueron presentados en primer lugar ante el Juzgado de Instrucción número 9, del que es titular el juez implicado en los hechos, si bien luego fueron trasladados al de guardia, el número 1, en el que se desarrolló la vista.