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Reacciones al acuerdo hispano-británico

Los trabajadores españoles podrán optar a nuevos empleos en Gibraltar

La apertura total de comunicaciones por la verja de Gibraltar producirá un fuerte impacto en la economía del Peñón. Mientras la Cámara de Comercio estudiaba ayer aún las medidas a adoptar, la importante colonia de trabajadores marroquíes había comenzado ya a temer la competencia de los españoles por los puestos de trabajo, ya que a partir del próximo día 15 de febrero para los nuevos empleos podrán optar los españoles en las mismas condiciones que los trabajadores de países de la CEE y, por tanto, contarán con ventaja respecto a los marroquíes.

Con una población civil de algo más de 20.000 personas, Gibraltar tiene una fuerte colonia de trabajadores extranjeros, básicamente marroquíes. El número de obreros de este país se acerca a los 3.000, y una gran parte de ellos está sindicada en el TGTU, que ha manifestado su clara intención de defender sus derechos adquiridos. Un alto responsable del sindicato manifestaba ayer a este periódico que en realidad se interpreta el acuerdo como una forma de sacrificar a los marroquíes en beneficio de los españoles.Los trabajadores marroquíes entraron en gran número en Gibraltar a raíz del cierre de la verja hace catorce años, que cortó la entrada de mano de obra española, mayoritaria hasta ese momento. Aunque sufren la incomodidad de no poder vivir con sus familias en la colonia, porque la escasez de vivienda por falta material de sitio justifica que el Gobierno les confine a vivir en albergues estatales, tienen un nivel de vida muy superior a la media de su país, ya que los sueldos están equiparados con los de los gibraltareños. Eso les permite viajar con frecuencia, en muchos casos todos los fines de semana, a su país, y ahorrar para regresar definitivamente al cabo de algún tiempo. El nivel de sueldos en Gibraltar es alto gracias precisamente al cierre de la verja catorce años atrás, que hizo disminuir bruscamente la oferta de mano de obra y puso al sindicato en ventaja negociadora.

Cierto hábito de prolongar excesivamente las vacaciones o la frecuencia con que los marroquíes se despiden del trabajo al cabo de no mucho tiempo de estar en él, en cuanto han ahorrado algo, hace que una gran parte de los pequeños empresarios gibraltareños pueda preferir la mano de obra española, más estable y generalmente mejor cualificada. Especial oportunidad puede haber para los trabajadores especializados, de los que hay escasez en el Peñón. No obstante, desde la apertura peatonal de la verja (hace cerca de dos años) apenas han sido contratados 10 trabajadores españoles.

El comercio también estudiaba ayer el impacto del acuerdo. Nadie duda que la apertura total supondrá una violenta transformación de la economía de la colonia. Se estima que algunos comercios saldrán favorecidos y otros perjudicados y ello dependerá de las tasas por producto que fijen ambas aduanas. Se da por seguro que dichas tasas serán el principal elemento de presión en las negociaciones futuras sobre la colonia.

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