_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un triunfo de los 'halcones'

LA ANULACIÓN del viaje del ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, a Polonia significa un triunfo para los halcones políticos del Rin y del Vístula. Los que en Polonia mueven los hilos de la propaganda basada en la acusación de "revanchismo en la RFA" y las fuerzas que intentan acabar con la política moderada del general Wojciech Jaruzelski han recibido munición para afirmar que no tiene sentido intentar una política de diálogo y, entendimiento con Occidente. Esto equivale a dejar abiertas las puertas para emplear de nuevo mano dura contra los enemigos del socialismo en el interior del país.Los que en la RFA se niegan a reconocer las realidades surgidas en Europa después de la II Guerra Mundial y mantienen reivindicaciones sobre los territorios situados más allá de la línea formada por los ríos Oder y Neisse han vuelto a lanzar las campanas al vuelo. El diputado democristiano Herbert Czaja, presidente de la Federación de Expulsados de los Territorios Alemands del Este Europeo, se felicitó por la suspensión del viaje, "que libró a Genscher de mayores peligros". Czaja dijo que Jaruzelski pretendía "chantajear concesiones en la cuestión alemana, más allá del tratado de Varsovia: el imposible reconocimiento del derecho de propiedad de Polonia de la soberanía territorial sobre los territorios, situados al este del Oder y del Neisse". El político democristiano añadió que Helmut Kohl, jefe de Gobierno de la RFA, "al contrario que Genscher", "se ajusta estrictamente al texto del tratado" de Varsovia de 1970. Esta declaración de Czaja viene a confirmar la afirmación de las autoridades polacas de que "Bonn habla con dos lenguas".

Varsovia tiene elementos suficientes para probar que la política del actual Gobierno de la RFA no está clara en una cuestión esencial para Polonia, como es el reconocimiento de su integridad territorial y de la nacionalidad polaca sobre una presunta minoría alemana de 1,1 millones de ciudadanos. Genscher insiste en que "no ponemos en tela de juicio esas fronteras ni hoy ni mañana"'. Simultáneamente, por primera vez después de muchos años, un canciller de la RFA asiste a todos los mítines y asambleas de refugiados y expulsados del Este y corrobora expresamente con sus palabras y con su presencia las explicaciones históricas de políticos que niegan a Polonia la soberanía sobre sus territorios occidentales, De modo que la oficina federal de Prensa, dependiente (le la jefatura de Gobierno de Bonn, reparte estos días en todos los idiomas un calendario para el año nuevo con un mapa en el que los territorios del este de la frontera Oder-Neisse se definen como "territorios orientales alemanes bajo administración polaca".

Un país como Polonia, que a lo largo de su historia sufrió cinco repartos entre sus vecinos rusos y alemanes, el último hace tan sólo 45 años, y que durante todo el siglo pasado desapareció del mapa europeo, es lógico que exija una definición clara de Bonn cuando se advierte que el cambio de la coalición social-liberal al Gobierno actual de centro-derecha ha supuesto una marcha atrás en las posiciones fijadas. Con su ambigüedad, el Gobierno Kohl se convierte en cómplice de los que en Polonia agitan el fantasma del revanchismo alemán para poder apretar las tuercas de la represión interior.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Por su parte, las autoridades polacas han puesto de manifiesto una vez más su poco respeto a las libertades al negar el visado a un periodista que iba a acompañar a Genscher en su viaje, por escribir informaciones que consideran ofensivas. Lo que en este punto Varsovia presenta como un gesto de soberanía es en realidad un síntoma de inseguridad, temor y poca inteligencia: la información más antipolaca siempre habría sido menor que el escándalo organizado con la negativa del visado. Es también una práctica censoria habitual en los países del Este europeo que va contra lo acordado en el acta final de la Conferencia de Seguridad y Cooperación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_