Flick busca comprador para la empresa fabricante del carro de combate Leopard 2
El consorcio financiero Flick, implicado en el escándalo de sobornos y donativos ilegales a partidos, funcionarios y políticos de la República Federal de Alemania (RFA), busca un comprador para la Krauss-Maffei, una de sus empresas productoras del carro de combate Leopard 2.
Desde hace meses no cesan los rumores e informaciones en círculos económicos de la RFA sobre la venta de la empresa Krauss-Maffei, del consorcio Flick, que pretendía obtener 300 millones de marcos (17.000 millones de pesetas) por su participación de un 96% en la empresa que fabrica el Leopard 2. El valor de esta participación, según estimaciones de la Prensa económica, sólo llega actualmente a la mitad de esos 300 millones.Krauss-Maffei tiene un capital fundacional de 16,5 millones de marcos (925 millones de pesetas) y unas ventas anuales de más de 2.000 millones de marcos (115.000 millones de pesetas), de las que un 55% procede de las exportaciones. El producto más famoso de Krauss-Maffei es el carro de combate Leopard 2.
Los motivos de Flick para la venta se deben a las dificultades financieras en que puede verse implicado el consorcio ante las obligaciones de pagar fuertes sumas de impuestos que están pendientes. El escándalo levantado por los sobornos haría casi imposible la concesión en estos momentos de exenciones fiscales a Flick, cuando toda la opinión pública de la RFA está hipersensibilizada sobre el tema.
La noticia de que España podría romper el acuerdo para fabricar el carro de combate Lince (en un 80% una variante del Leopard 2) por las acusaciones contra Felipe González de haber recibido dinero de Flick provocó días atrás titulares en la Prensa y cierta inquietud en la RFA.
Esto podría explicar la irritación del presidente de Baviera, el socialcristiano Franz Josef Strauss (CSU), con Fraga Iribame y Alianza Popular, que en la discusión parlamentaria en España sacaron a relucir una posible conexión entre el contrato con la Krauss-Maffei y el dinero de Flick.
El político bávaro se indignó y respondió de forma grosera y agresiva a preguntas sobre entregas de dinero a Fraga. Strauss se considera un amigo de toda la vida de la casa Flick y así lo declaró ante la comisión investigadora del Parlamento.
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