Los ordenadores, una nueva vía para cometer delitos
Los ordenadores han abierto nuevas vías a los modernos defraudadores, que tienen la posibilidad de robar millones sin que sean siquiera llevados a los tribunales. Expertos reunidos en Londres para tratar el tema de los delitos realizados mediante la utilización de ordenadores se mostraron de acuerdo en que es posible para cualquiera que disponga de la oportunidad y de la habilidad necesarias hacerse con una fortuna mediante la manipulación de un ordenador.
Incluso aquellos defraudadores que resulten descubiertos seguramente no irán a parar a la cárcel, ya que las empresas temen que la publicidad dada a un caso de éstos resulte más perjudicial para la compañía que la pérdida monetaria directa producto del robo.Los ordenadores y la información que contienen deben ser asegurados no sólo contra el fraude, sino también contra el terrorismo, los empleados descontentos y los locos por los ordenadores, aficionados a la informática que se dedican a hacer saltar los mecanismos de seguridad de los sistemas por el mero hecho de conseguirlo.
No se dispone de datos seguros sobre el número de delitos relacionados con los ordenadores, y los cálculos de las cifras varían mucho. Un experto en seguridad, Mike Comer, señaló en la conferencia que su compañía investiga en la actualidad asuntos de este tipo en diferentes países por una cantidad total de 125 millones de dólares (21.000 millones de pesetas). "Si nos basamos en los casos que estamos tratando actualmente, yo diría que menos del 10% de los casos se denuncia a la policía, aunque nuestro consejo a los clientes es que denuncien todos los casos", afirmó.
Por los propios errores
De los defraudadores que son descubiertos, poco más de la mitad lo son por casualidad o por sus propios errores. La dificultad estriba en que el delincuente medio que se aprovecha del sistema informático de su empresa, tanto para enriquecerse directamente como para hacer negocios propios utilizando el ordenador de la compañía, o el que realiza sabotaje por resentimiento, suele ser una persona altamante cualificada que nunca antes se ha visto implicada en ningún problema.John Mitchell, auditor de informática de la British Gas Corporation, se mostró escéptico sobre las elevadas cifras manejadas en torno al fraude por ordenador, aunque reconoció que el sabotaje por parte de empleados resentidos es un problema creciente, ya que las empresas cuidan mucho más la protección física de sus sistemas que la selección del personal que los va a manejar.
Un programador que se lo propusiera podría hundir a una empresa borrando sus ficheros básicos o alterando el software clave. Las empresas de seguridad trabajan sobre la base de que un 25% de los empleados es honrado, otro 25% está compuesto de delincuentes y el resto puede caer en la tentación de cometer un delito si se le da la oportunidad.
Los expertos señalan que existen medios para hacer frente a todas estas amenazas para la seguridad de los sistemas informáticos, pero el problema está en saber si las empresas y los Gobiernos están dispuestos a pagar el precio.
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