Maluf quiere que el presidente de Brasil se elija con disciplina partidaria de voto
La dirección del partido gubernamental brasileño, el Partido Democrático y Social (PDS), se reunió a puerta cerrada, a las diez de la mañana de ayer, en Brasilia, para votar la imposición de disciplina de voto a los representantes del partido que formen parte del colegio electoral que, en enero, elegirá el nuevo presidente de Brasil.La reunión, convocada por el candidato del PDS, el diputado Paulo Salim Maluf, culmina una ardua disputa interna que hizo que el partido del Gobierno tuviese cinco presidentes en los últimos cinco meses.
Un único ministro, Ibrahim Abi Ackel, de Justicia, participó en la reunión. Forman parte de la dirección del partido otros siete ministros, varios ex gobernadores y numerosos parlamentarios. De sus 121 miembros, al menos 75 son malufistas.
Hace algunas semanas, el grupo que respaldaba al diputado Paulo Salim Maluf hizo una consulta al Tribunal Supremo Electoral, acerca de si los miembros del colegio electoral que pertenecen al PDS están obligados a votar únicamente al candidato de su partido. Esa maniobra tenía como objetivo anular a los disidentes del partido que respaldan al candidato oposicionista, Tancredo Neves, virtual ganador de las elecciones indirectas que se celebrarán el próximo 15 de enero.
Perderán sus mandatos
La respuesta del Tribunal echó por tierra los sueños de Maluf en el colegio electoral, no habrá disciplina de voto. Para la clase política, el dictamen puso fin a las posibilidades de Salim Maluf de llegar a la presidencia. Pero el candidato piensa de forma distinta y forzó a su grupo a convocar a la dirección nacional del partido para imponer la disciplina de voto.
A menos que la justicia anule esa decisión, todos los diputados y senadores infieles que voten la candidatura de Tancredo Neves en el colegio electoral -calculados por los mismos servicios de inteligencia del régimen militar en unos 200- perderán sus mandatos parlamentarios.
En las últimas dos semanas, Maluf sufrió toda suerte de presiones para que renunciara a sus aspiraciones y permitiese dos opciones susceptibles de reponer algo de la fuerza perdida del PDS. Una opción sería el nombramiento de otro candidato capaz de recuperar algunos de los votos de los disidentes que abandonaron al diputado Maluf y se pasaron al frente liberal que respalda al candidato oposicionista.
La otra sería transformar la candidatura del ahora opositor Tancredo Neves en candidatura única de consenso, restándole fuerzas a la oposición.
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