Al Ministerio de Sanidad

Soy un hombre de 38 años y llevo 17 en tratamiento médico. Hace ocho años sufrí una grave recaída (estaba en el paro obrero), encontrándome de baja desde entonces y sin esperanzas de una posible recuperación; a no ser que la Administración se haga cargo de mi situación, pues mi salud ya no está a mi alcance.Llevo más de tres lustros dependiendo, casi exclusivamente, de la medicina privada, porque el tipo de trastornos que padezco no está aún, en muchos casos, cubierto por la Seguridad Social; por lo que ésta sólo me servía para percibir una pequeña prestación económica, pero que nunca llegó, ni con mucho, para hacer frente a mi problemática sanitaria. Sin embargo, desde octubre de 1983, en que agoté las prestaciones por parte de la Seguridad Social, la situación se hizo verdaderamente patética, encontrándome en un estado de auténtica orfandad y abandono sanitario.

He de manifestar que me siento impotente para hacer frente a la situación sanitaria. De ahí, y ante el enorme deseo de recuperar la salud perdida en la primavera de mis días, que le dirija esta carta a ver si a través del Ministerio de Sanidad se puede atender mi caso, poniendo a mi disposición los medios técnicos y humanos necesarios para encauzar definitivamente mi tratamiento.

Mi deseo es recibir la asistencia adecuada y tratar de que esa asistencia sea canalizada a través del Ministerio de Sanidad. Lo que no puedo es seguir en esta situación de angustia y desesperanza. Quiero ser un hombre, quiero trabajar; quiero nacer de nuevo a la vida. Pero todo esto está en función de los medios que me ofrezcan para rehabilitarme.-