Acuerdo entre los ministerios de Comercio e Industria para reducir en un 25% la cuota oficial de importación de petróleo
El Ministerio de Industria y Energía y el de Economía y Comercio han sellado hace unos días un importante acuerdo para reducir en un 25% la cuota oficial de importación de petróleo -es decir, el porcentaje de compras negociadas de Estado a Estado-, lo que permitirá al país aprovecharse al máximo de la actual tendencia a la baja en los precios del crudo. El acuerdo, alcanzado en una reunión celebrada hace 10 días entre altos funcionarios de los dos departamentos, será desarrollado a lo largo de los próximos meses por la compañía Hispanoil cuando negocie los nuevos contratos de compra.
La decisión adoptada implica que Hispanoil, como compañía gestora de la cuota, reducirá las compras de crudo que realice vía contratos de Estado a Estado, de unos 540.000 barriles día (aproximadamente, un 61% del consumo español de crudo) el pasado año, a la mitad, es decir 270.000 barriles. Técnicamente, la medida significa que la cuota de comercio no superará en el futuro la mitad del consumo de crudo y gases licuados en el área de Campsa.La baja significativa que experimenta el mercado mundial de crudo desde hace dos años, y las oportunidades que ofrece al comprador el mercado de entrega ininediata o spot desde entoces, han sido los argumentos que han convencido a los dos ministerios de la necesidad de reformar el denominado sistema de cuota oficial, calificado como uno de los ejes de la política de adquisición de crudos y que fue instaurado por medio de una decisión de Consejo de Ministros hace más de veinte años.
La propia dinámica del sistema de compras vía cuota, y el endurecimiento del mercado de petróleo a lo largo de las dos crisis pasadas, ha perpetuado este mecanismo de cuota de Estado, sin una apoyatura legal, que ya fue puesta en duda de alguna manera en el Plan Nacional de Combustibles de 1982, cuando se estableció la necesidad de ir adecuando el sistema oficial de compras a la realidad del mercado del petróleo. El propio Plan Energético Nacional (PEN) de 1983 contemplaba también la modificación, que se ha visto acelerada ante la inminente cancelación de algunos contratos oficiales.
Contratos afectados
Según fuentes solventes, los contratos que se han visto o se verán afectados por la decisión son, básicamente los firmados con Arabia Saudí, Libia y México. Esto no quiere decir, sin embargo, que se vayan a reducir las compras de crudo de estos países, sino, por el contrario, que el mecanismo de compra será distinto, previsiblemente mediante acuerdos libres establecidos directamente por las refinerías.
Un hecho que ha acelerado el acuerdo entre Comercio e Industria ha sido, precisamente, la próxima expiración del contrato que, hace cuatro años, se firmó con Arabia Saudí para la compra de 150.000 barriles de crudo al día. Este contrato, revisado a la baja en dos ocasiones, terminará el próximo diciembre y, de acuerdo a las intenciones del Gobierno, está prevsto que se renegocie bajo el prisma de un suministro inferior, previsiblemente no superior a los 70.000 barriles día.
Esta cantidad cubre, aproximadamente, las exportaciones de productos que realiza España a dicho país. La idea es que la cuota de comercio continúe sirviendo como un instrumento para garantizar en gran medida el comercio bilateral, pero no hasta el extremo de que hipoteque la capacidad de ahorro que permite, en estos momentos, la situación de caída de precios que experimenta el mercado mundial de petróleo.
Otro contrato que se ha visto afectado es el firmado con Libia por un total de 40.000 barriles día. Con Libia, las negociaciones han quedado. interrumpidas en espera de que este país, que tiene importantes acuerdos de barter (trueque) con otros países, conceda facilidades a España en el terreno comercial y en el mecanismo de pagos. Libia adeuda a empresas españolas más de 70 millones de dólares.
Con México, donde los contratos de cuota han llegado a significar importaciones hasta del orden de los 100.000 barriles día, se persigue alcanzar una situación donde sean las refinerías los verdaderos protagonistas. El objetivo es mantener una cuota del orden de los 50.000 barriles. Otros dos contratos regulados por la cuota son los de Irak y la Unión Soviética. Con la URSS, que tiene una cuota simbólica de 5.000 barriles por día, se intenta mantenerlo, mientras que con Irak se continuará la política de acuerdos trimestrales.
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