El Vaticano lamenta que sus intentos de acercamiento a Pekín no tengan resultado

El secretario de Estado vaticano, cardenal Agostino Casaroli, lamentó el pasado domingo, a la salida de una misa en la basílica de los Santos Apóstoles de Roma, que las iniciativas del Vaticano para establecer contactos con las autoridades de Pekín no hayan dado, de momento, ningún resultado.

Casaroli confirmó que la reciente carta de los obispos de Taiwan estaba en la línea de una apertura hacia la República Popular China. Sin embargo, señaló que, "hasta el momento, no ha sido posible tener un contacto directo con China". Casaroli recordó también al respecto los intentos anteriores de Pablo VI y Juan Pablo II.

En cuanto a la posibilidad de una gestión unilateral de la Iglesia católica -como el cierre de su nunciatura en Taibei, capital de Taiwan, tal y como desean las autoridades de Pekín-, el cardenal Casaroli se manifestó sumamente prudente.

"Normalmente, no se firman cheques en blanco", dijo, "pero puede darse una situación histórica particular que exija un gesto audaz". Cuando se le pidió que precisara si se refería a las relaciones entre China y el Vaticano, el secretario de Estado subrayó que hablaba "en general".

"Esperamos mantener un contacto regular (con Pekín), pero hasta el momento no lo ha habido más que de rebote", añadió Casaroli.