Barrionuevo proyecta situar a dos civiles al frente de la Guardia Civil y de la policía

El Ministerio del Interior, del que es titular José Barrionuevo, proyecta situar a dos civiles al frente de las Direcciones Generales de la Policía y de la Guardia Civil. Así quedará regulado, explícitamente o al menos como posibilidad, en la futura ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, actualmente en estudio. Mientras tanto, permanecerán en sus puestos, el comisario Rafael del Río y el teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, pese a que pasa a la situación B el día 11.

La ley de Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, de la que se han elaborado ya varios borradores, parece que va a ser promovida próximamente en su definitiva redacción, según se desprende de las últimas manifestaciones de altos funcionarios del Ministerio del Interior.Es intención del ministro José Barrionuevo, según diferentes fuentes del departamento, que al frente de los dos únicos cuerpos de seguridad del Estado figuren "directores político-administrativos", función que desempeñarían civiles.

La principal reforma, según las fuentes informantes, se está desarrollando ya dentro del colectivo policial y está orientada a la definitiva unificación del Cuerpo Superior de Policía y la Policía Nacional.

El primer paso se dio recientemente al som eter de hecho a la Inspección General de la Policía Nacional bajo el mando del director general de la Policía, y el segundo, tal como lo advirtió recientemente el director de la Seguridad del Estado, Julián San Cristóbal, consistirá en la desaparición del Estado Mayor del primero de estos cuerpos.

Diálogo sindical

Las fuentes informantes señalaron que los pasos se están dando con "bastante precaución para no crear susceptibilidades". En este sentido, existe cierta expectación entre los dirigentes políticos sobre el papel que van a desempeñar los tres sindicatos del Cuerpo Superior de Policía, actualmente en actitud moderada, pese a no existir un diálogo real con Interior.

En cuanto a la Guardia Civil, los responsables del Ministerio del Interior pretenden aproximarse al modelo de la Gendarmería francesa, actualmente dirigida por un civil que, para las funciones de mando sobre hombres cuenta, bajo su dirección, con un teniente general inspector.

En el modelo español, se pretende que el próximo director general de la Guardia Civil sea un civil, que no necesariamente debe proceder de la magistratura, como ha ocurrido hasta hace muy poco tiempo con la Gerdarmería francesa.

Medios gubernamentales manifestaron oque la Administración socialista cuenta con varios candidatos, en su mayoría gobernadores civiles que han demostrado experiencia de mando en sus respectivas provincias sobre los distintos cuerpos de seguridad. De hecho, aprovechando el pase a la situación B del general Sáenz de Santa María el Gobierno podría haber dado ya este paso, regulando la presencia de un civil en la dirección general mediante real decreto.

Sin embargo, según las fuentes informantes, aunque dentro del propio ministerio existen partidarios del cambio inmediato, se pretende que éste se efectúe al mismo tiempo que entre en vigor la ley, por lo que Sáenz de Santa María continuará en su puesto, dentro de la escala B (situación de destino de arma o cuerpo) y de modo transitorio.

Sáenz de Santa María hace el número 65 de los directores generales de la Guardia Civil, mientras que Rafael Del Río, director general de la Policía, es el tercero, debido a que con anterioridad la Policía no estaba regulada como dirección general, sino como órgano dependiente de la ya extinguida Dirección General de Seguridad (DGS).

La asunción de la Dirección General de la Guardia Civil por parte de un civil no infringe la vigente ley de Plantillas del Ejército de Tierra, que sitúa en un tope de 10 el número de tenientes generales "en servicio activo", incluido, aunque no lo especifica, el posible director general de la Guardia Civil, destino que también puede asumir un general de división.

El Ministerio de Defensa tiene otros destinos, caso de la Jefatura del Estado Mayor de la Defensa, hoy ostentada por un almirante, o la dirección del Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN), actualmente vacante, a la que puede acceder un teniente general del Ejército.