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Las primeras elecciones en Nicaragua tras el somocismo

El Frente Sandinista advierte que quien no acuda a votar está propiciando la intervención norteamericana

Soledad Gallego-Díaz

La única incógnita que se mantiene ante las elecciones nicaragüenses de hoy es el nivel de participación. El Frente Sandinista se siente tan seguro del triunfo que su campaña ha estado dirigida no tanto a pedir el voto para sus listas como a combatir el abstencionismo bajo el argumento de que quien no acuda a las urnas está propiciando la intervención norteamericana. La situación militar del! país es tensa, a pesar de que la fuerza guerrillera más importante ha anunciado desde Honduras una tregua de 24 horas durante la jornada electoral.

El partido del Gobierno considera que una concurrencia a las urnas superior al 70% sería un éxito para estos primeros comicios desde el triunfo revolucionario de 1979. El próximo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha invitado a la Administración Reagan a reconsiderar su política ante la nueva situación legal que se establece en el país a partir de hoy. El grado de participación es, a su juicio, un indicador del apoyo popular a la revolución. "Estados Unidos debería reflexionar sobre el costo que tendría una agresión directa".Según la ley electoral, es obligatoria la inscripción en el registro para los mayores de 16 años, pero no el voto, a diferencia de la tradición americana, que establece el deber del sufragio y fija multas por la abstención. Ha habido, sin embargo, una fuerte presión sobre el electorado para que vaya a las urnas, y se detecta un cierto temor en el sector de población que preferiría no votar.

Los últimos días de campaña han estdo presididos por la confusión sobre el número de partidos que intervienen. La papeleta tiene siete casillas, una de ellas para el Partido Liberal Independiente (PLI), cuyo congreso decidió retirarse. El Consejo Supremo desestimó este acuerdo porque le fue notificado fuera de plazo. El espectáculo de los conservadores, acusándose mutuamente de recibir dinero de la CIA y el Gobierno, no ha sido más edificante.

El grado de libertad de expresión se compara con ventaja al que tuvieron Guatemala y El Salvador en sus recientes procesos electorales. A pesar de que la ley prohíbe hacer campaña por la abstención, el diario opositor La Prensa ha dedicado grandes titulares a resaltar la inutilidad de estos comicios, que, en su opinión, no alteran para nada la situación política previa.

La pérdida de fe

Hechos como la muerte de seis niños en un bombardeo de los contras, o el cierre multitudinario de la campaña por parte del Frente Sandinista, no han merecido una línea, en tanto que la pérdida de fe de Felipe González en los sandinistas fue recogida a ocho columnas en su primera página, al igual que cualquier pronunciamiento desfavorable sobre los comicios.

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El anuncio de una tregua de 24 horas por parte de Fuerza Democrática Nicaragüense no ha alterado el fortísimo dispositivo militar establecido en las zonas de guerra y, sobre: todo, en torno a las cabeceras departamentales del Norte. Durante la última semana se han registrado dos ataques aéreos sin víctimas en Santa Clara y Los Limones. Seis niños murieron en un bombardeo en San Gregorio; cuatro soldados, en una emboscada cerca de Jinotega, y seis funcionarios más en el Cua.

Existe el temor de que la tregua no tome en cuenta a los delegados encargados de transportar los sufragios a las juntas de cada departamento. La falta de comunicaciones y la dispersión de los pobladores obligará a utilizar para esta tarea caballos y pangas (canoas con motor fuera borda).

Estas dificultades retrasarán el cómputo total. De antemano, el Frente Sandinista tiene asegurada la mayoría, y sólo queda esperar si llega o no al 70% de votos.

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