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Conmoción en el mundo por el asesinato de la primera ministra india

Rayiv Gandhi jura como noveno primer ministro de la India y nombra un Gabinete restringido con hombres fieles a su madre

Rajiv Gandbi, hijo mayor de Indira Gandhi, juró ayer como noveno primer ministro indio a las nueve horas del asesinato de su madre. Inmediatamente después, Rajiv nombró un Gabinete restringido, formado por cuatro ministros de la asesinada Indira: Pranab Mujerjee (que ocupaba la cartera de Finanzas), P. V. Narashima Rao (Interior), Bbuta Singh (Parlamento) y Shiv Sankar (Energía). Rajiv Gandhi, que cuenta 39 años de edad, ha llegado al cargo a los cuatro años de haber abandonado su profesión de piloto de líneas aéreas liara dedicarse a la política, cuando aún muchos le consideran no suficientemente maduro para la tarea.

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Rajiv Gandhi no entró en política hasta 1980, después de que su hermano mayor, Sanjay, muriera en un accidente aéreo. Su casta, sin embargo, es indudable, y no sólo por ser hijo de Indira Gandhi, sino por ser nieto del primer jefe de Gobierno de la India independiente, Jawaharial Nehru, y bisnieto de otra gran figura del nacionalismo indio.La desaparición del dinámico Sanjay supuso un gran golpe para la primera ministra, quien no perdió tiempo en preparar a Rajiv como sucesor suyo, algo a lo que estaba destinado Sanjay y que siempre negó su madre. Amparado en su apellido y en una extraordinaria campaña propagandística, el hijo mayor de Indira Gandhi fue elegido diputado por aplastante mayoría en el Lok Sabha (Cámara baja) a menos de un año de su irrupción en política. Después, este hombre, que había estudiado en un exclusivo centro docente indio y en Cambridge, comenzó a desarrollar un creciente papel político y llegó a convertirse en secretario general del Partido de Congreso (I) a principios de 1983.

Rajiv, a quien ya se empezaba a conocer como El Honrado, fue colocado por su madre en una de las cinco secretarías del partido con la misión de poner fin a la corrupción que minaba la credibilidad del Partido del Congreso (I) y de acabar con el tráfico de influencias, entre las diferentes familias del grupo. Rajiv formó un estrecho grupo de fieles para que le ayudara en la tarea, entre ellos algunos de sus antiguos condiscípulos, para sistematizar el proceso de regeneración del partido, del que decía se encontraba "en muy mal estado".

Esta misión le granjeó numerosas enemistades en el grupo, donde no había conseguido imponerse nítidamente como el delfín, a pesar de los esfuerzos de su madre. De hecho, su rápido nombramiento de ayer por el grupo parlamentario del Congreso (I) sorprendió a los observadores, que esperaban una larga lucha por el poder en el seno del partido. Sus adversarios le reprochan el carecer del carisma de su hermano Sanjay, y entre la opinión pública se le ve como demasiado blando, humilde y cortés, como casi incapacitado para poder sobrevivir en la feroz arena política india. No obstante, esta imagen comienza a diluirse en favor de la que él mismo ha ido construyéndose, la de un hombre capaz y aureolado por la fuerza de la ética.

Durante la celebración de la conferencia del Congreso (I), en enero pasado, Rajiv apareció en el centro del escenario al lado de su madre. Entonces ya no quedaban dudas de que era el número dos del partido. En el congreso, celebrado en Calcuta, Rajiv anuló a la oposición de izquierda y derecha y ayudó a su madre a formular una estrategia para la próximas elecciones basada en el "contacto de masas" con el electorado.

A pesar de su falta de experíencia en asuntos de política internacional, Rajiv acompañó a su madre en varios viajes al extranjero, entre ellos los muy importantes realizados a Moscú y Washington. En relación con la política india frente a Estados Unidos y las reticencias de la Administración Reagan, Rajiv manifestó: "No creo que seamos antinorteamericanos, como se cree allí. Buscamos simplemente nuestra independencia. No comprendo muy bien la actitud de Estados Unidos. En teoría, ese país apoya la libertad y la democracia, pero en los hechos, apoya a todos los dictadores. Deseo que nuestras relaciones mejoren, pero la pelota está en el terreno norteamericano".

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