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El Senado italiano inicia el debate sobre la petición de dimisión de Giulio Andreotti

Juan Arias

Ayer se abrió en el Senado italiano el debate sobre el escándalo del banquero Michele Sindona, que concluirá hoy con un proceso al ministro democristiano de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, al tener que votar una moción presentada por el partido comunista. En ella se pide la dimisión del ministro por sus connivencias con el banquero siciliano, acusado de bancarrota fraudulenta de su banco. La votación favorable a Andreotti se da por descontada porque los senadores votarán a mano alzada. Según algunos observadores, los votos contra el ministro, si hubiera alguno, se podrán contar con los dedos de la mano, a pesar de que, por ejemplo, el partido socialista ha permitido a sus senadores que voten "según su conciencia y en plena libertad".Pero es precisamente ésta la debilidad en que se encuentra Andreotti, ya que el miedo que ha hecho presa en todos los partidos del Gobierno ante un voto secreto -posibilidad que ha sido prácticamente negada, contra la costumbre habitual en los debates parlamentarios y aplicando una interpretación restrictiva del reglamento- es la mejor demostración de que Andreotti es dificilmente defendible en este caso.

Si casi todos los senadores votaran a su favor lo harían, en parte, por miedo al poderoso líder democristiano, y en parte, por "no dar al partido comunista el regalo de una crisis de Gobierno provocada con el pretexto de moralizar la vida pública", ha dicho a este periódico un diputado democristiano antiguo amigo de Andreotti.

El miedo, sin embargo, no es tanto a Andreotti cuanto a una crisis de Gobierno en un momento tan delicado como el actual. Bettino Craxi, presidente del Gobierno, enemigo público desde siempre de Andreotti, se ha visto ayer en la necesidad de defenderlo, afirmando que no se puede condenar a nadie sin pruebas fehacientes.

Algunos observadores, como por ejemplo Gianpaolo Pansa, han recordado a Craxi la ocasión en que afirmó que Andreotti "es una zorra y que las zorras más pronto o más tarde acaban convertidas en estolas".

Sobre esta afirmación de Craxi dibujó ayer una viñeta el humorista del diario La Repubbilica. Se ve a Craxi vestido de mujer, con un clavel en el sombrero y tocado con una estola de piel de zorro en la que se ve la cara de Andreotti. Al pie de la viñeta dice: "Nueva línea otoño-invierno".

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