Latinoamérica evitó la suspensión de pagos gracias a severos ajustes, según el BID
Varios países latinoamericanos evitaron caer en la suspensión de pagos de su deuda externa gracias a la adopción de drásticos ajustes internos, que han supuesto unos elevados costes sociales en términos de desempleo, inflación y deterioro general de las condiciones de vida, según señala el Banco, Interamericano de Desarrollo (BID) en su informe anual correspondiente al año en curso sobre el Progreso Económico y Social en América Latina, dado ayer a la publicidad.
En opinión del BID, con sede en Washington, tales ajustes fueron necesarios para lograr generar de forma rápida un amplio superávit comercial que permitiera a los países endeudados hacer frente a sus compromisos. Según la mencionada institución, las naciones de la zona sólo disponen de dos vías para lograr la transferencia real que necesitan: incrementar sus exportaciones de bienes y servicios o reducir sus importaciones.La situación de! tales países, sin embargo, hizo inevitable la elección de la segunda opción, lo que ha supuesto adoptar políticas restrictivas que produjeron reducciones sustanciales en el empleo, el consumo y la inversión, lo que se ha, traducido de forma directa en un descenso de los niveles de vida de las poblaciones afectadas. Los ajustes, en opinión del BID, han ido también en detrimento de las naciones industrializadas, cuyas exportaciones a la región se han reducido de forma considerable.
Esta política se ha traducido en el dato de que Latinoamérica generó en 1983 un superávit comercial excepcionalmente grande, de alrededor de 30.000 millones de dólares, logrado íntegramente mediante la reducción de las importaciones, que disminuyeron más del 30% en términos reales durante 1983.
A partir de 1981 la región ha venido experimentando un continuo descenso del financiamiento externo neto, en especial del proveniente de la gran banca privada internacional. Así, el flujo financiero externo neto, que llegó a su máximo nivel en 1981, descendió de forma continua desde entonces, hasta el punto de que en 1983 Latinoamérica se convirtió en una región exportadora neta de capitales hacia el resto del mundo. El coeficiente de inversión de la región se redujo del 25,8% del producto nacional bruto en 1981 al 19,6% en 1983.
El informe del BID, que consta de 504 páginas, asegura que son escasas las posibilidades de que Latinoamérica pueda sufragar en 1984 los servicios de su deuda mediante un aumento de sus exportaciones. "Incluso si se logra incrementar las exportaciones, es probable que esto sea contrarrestado por pagos de intereses más elevados".
El estudio señala que la producción de la región disminuyó en un 1 % en 1982 y en más de un 3% en 1983. Esta caída supuso que las condiciones de vida de la población hayan descendido a los niveles de 1977.
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